Thursday, March 19, 2009

La pólvora creativa de Cai Guo-Quiang




El Guggenheim muestra la provocadora obra del artista chino que ha hecho de las explosiones su seña de identidad

Si el espectador toma en cuenta que hasta hace treinta años los artistas chinos no sabían quién era Picasso, entonces se asombrará aún más de la exposición de Cai Guo-Qiang en el Guggenheim. En la obra de este creador se integran cuadros de aire expresionista, pero hechos con pólvora, instalaciones muy actuales, en las que emplea figuras del realismo socialista, y vídeos para certificar sus intervenciones en monumentos milenarios como la Muralla China: una mezcla de ecos tradicionales, recuerdos del pasado inmediato y formas de ahora mismo.
Cai Guo-Quiang expone cincuenta obras en el Guggenheim dentro de una exposición retrospectiva, titulada 'Quiero creer' y patrocinada por el BBVA, que obedece según su director general, Juan Ignacio Vidarte, a la apertura del museo al arte asiático, patente también en la otra muestra en cartel, la del japonés Takashi Murakami.
En la exposición de Cai convergen las reflexiones sobre el terrorismo, la inquietante espectacularidad de las explosiones, incluidas las que él diseñó para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, y las tradiciones piro técnicas de China.
Lo más impactante, sin lugar a dudas, son las instalaciones, la de los coches bomba suspendidos del atrio, la de los lobos que corren por el aire y se chocan contra un muro de cristal, la de las figuras del realismo maoísta y la del barco naufragado, lleno de porcelanas rotas, que Cai rescató de una playa de Iwaki, en Japón.
Según Alexandra Douglas, comisaria de la muestra con Thomas Krens, el «idealismo social de Cai le hace ver la violencia no sólo ensus consecuencias negativas sino también como creación positiva». Mao aseguraba que «sin destrucción no hay construcción», frase que aparece en un panel de la muestra y que suscribe el artista.
Cai aplica esta máxima a la instalación del atrio, 'Inoportuno', a través de los ocho automóviles colgados que, a causa del terrorismo, pasan a ser de objetos que simbolizan la movilidad y la seguridad familiar a explosivos que destruyen y matan.
Electrodos en el cabeza
Después de este insólito aperitivo, la muestra continúa en la segunda planta, con una primera sala dedica al uso de pólvora en la obra de Cai, un material que empezó a utilizar a mediados de los ochenta. La comisaria recordó que la pólvora, invento chino que los portugueses trajeron a Europa, tiene en el país asiático una función curativa, ahuyenta los malos espíritus e incluso se le llegó a llamar el 'exilir de la inmortalidad', a pesar de su energía destructora.
Cai trabaja al aire libre, en lugares naturales donde realiza sus explosiones. Pero antes las planifica sobre grandes papeles, sobre los que distribuye el material explosivo para luego darle fuego. Es su manera de hacer planos. Además, las huellas de la pólvora dejan en el papel formas caprichosas y espontáneas, cercanas al expresionismo abstracto y a la 'action painting' de Pollock y compañía.
Cuando se realizó la primera exposición sobre arte contemporáneo chino en Europa, en la localidad francesa de Aix-en-Provence en 1990, Cai pretendió hacer un surco en espiral con explosivos en la ladera de la montaña Sainte-Victoire, mítica por haberla pintado Cézanne en 1900.
Al artista asiático no le dejaron, pero sí se lo permitieron en la base de la Muralla China, y le contrataron en los Juegos Olímpicos para que diseñara los fuegos artificiales de la inauguración del 8 de agosto de 2008. Unas pantallas muestran el espectáculo de las detonaciones, que se extendieron desde la plaza de Tiananmen hasta la Ciudad Prohibida, con cargas cada medio kilómetro, que ascendían a 150 metros. Los 'planos' de la mi sma, ejecutados asimismo con pólvora sobre un papel resistente a este material.
Con él como base también realizó 'Project for Extraterrestrials', una recreación del Big Bang o de la gran explosión que dio origen al universo. En ella, Cai se colocó unos electrodos en la cabeza y emplazó un sismógrafo en la tierra para comprobar el efecto paralelo en el ser humano y en la naturaleza.
En una de las grandes salas de la segunda planta se encuentra la obra 'De frente', hecha por encargo del Deutsche Guggenheim de Berlín y en la que 99 lobos corren en círculo, chocan con un muro de cristal y se vuelven a levantar para seguir la ruta. Cai quiere decir con la imagen que el hombre es un especialista en tropezar dos y más veces con la misma piedra, o que la ideología, si se sigue a ciegas, lleva a la autodestrucción.
Opresión campesina
En este sentido, la pieza se distingue de otras también muy importantes en la exposición, como el 'Patio de la recaudación de la renta en Bilbao', en la que alaba la fe en una nueva sociedad de los creadores que trabajaron bajo las imposiciones del realismo socialista.
Esta obra recrea las figuras, similares a las de terracota, que un grupo de artistas del Instituto de Bellas Artes de Sichuán creó para denunciar la opresión de los campesinos en la China prerrevolucionaria de Kuomitang. La imagen fue la más publicitada por el régimen de Mao, después de la propia del dictador. Cai la recrea en sus exposiciones y, para ello, cuenta con la colaboración de artistas chinos y de los propios de cada localidad, en este caso estudiantes de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco.
El recorrido termina con 'Reflexión. Un regalo de Iwaki', en la que recupera un barco de una playa de Iwaki, la localidad japonesa cerca de donde él vivió durante un tiempo. Para sacarlo del mar contó con la colaboración de los residentes de la población, ejemplo para el artista del trabajo colectivo que propugnó la ideología maoísta.


http://www.elcorreodigital.com/alava/20090317/cultura/polvora-creativa-quiang-20090317.html

Friday, March 13, 2009

GUGGENHEIM-EXPOSICIÓN


GUGGENHEIM-EXPOSICIÓN
El artista chino Cai Guo-Qiang instala sus obras en el Guggenheim de Bilbao

La instalación "Quiero creer" del artista chino Cai Guo-Qiang se abrirá al público en el Museo Guggenheim Bilbao el próximo martes, día 17, y podrá visitarse hasta el 6 de septiembre, ha informado hoy el centro de arte moderno.

El montaje de la instalación ha comenzado con la colocación en el atrio del museo de varios coches suspendidos en el aire y atravesados por cables luminosos.

Los preparativos de la instalación cuentan con la supervisión personal del autor, que esta mañana ha presenciado cómo los técnicos trabajaban en la colocación de una barca de madera.

Esta retrospectiva recoge tres tipos de obras: dibujos realizados con pólvora, proyectos de explosiones, e instalaciones y proyectos sociales.

En total, la exposición la componen más de cuarenta obras, que van desde los años ochenta hasta el momento actual y que suponen la primera muestra individual que el Museo Guggenheim Bilbao dedica a un artista nacido en China.

En sus obras, Cai Guo-Qiang, quien fue parte del equipo creativo que planificó las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Pekín el pasado año, se muestra influido por la cultura milenaria china, el arte contemporáneo y la tecnología, entre otros factores.

Esta muestra compartirá espacios en el Guggenheim Bilbao hasta el próximo 31 de mayo con una retrospectiva del artista japonés Takashi Murakami, compuesta por un centenar de obras con elementos del lenguaje de los dibujos "manga".

http://www.telecinco.es/informativos/cultura/noticia/854795/854795

AUNQUE RECONOCEN QUE LAS OBRAS PUEDEN ABARATARSE "El mercado de arte actúa independiente de la crisis",

AUNQUE RECONOCEN QUE LAS OBRAS PUEDEN ABARATARSE
"El mercado de arte actúa independiente de la crisis", afirman los organizadores de la Feria Europea de Arte
MAASTRICHT, 12 Mar. (EUROPA PRESS-Clarissa Vasconcellos)


"El mercado de arte actúa independiente de la crisis". Esta es la opinión general de marchantes, coleccionistas y compradores de arte de todas partes del mundo sobre la actual tormenta financiera. La frase fue la más escuchada hoy en The European Fine Art Fair (TEFAF), la Feria Europea de Arte de la ciudad holandesa de Maastricht, que entra en su 22ª edición hasta el 22 de marzo. El evento consiste en una especie de inmenso museo montado en el MECC (Maastricht Exhibition and Congress Centre) donde todo está a la venta por precios que oscilan entre 600 y 25 millones de euros.

Pinturas (Van Gogh, Rubens, Cranach y Zurbarán entre otros muchos), dibujos de arte clásico (como grabados de Goya), cuadros impresionistas (como 'Prairies à Eragny', de Pissarro), arte moderno ('Marylin', de Andy Warhrol, la escultura 'Spider couple' de Louise Bourgeois o el cuadro 'Several Forms', de Kandinsky), fotografías ('Noire et Blanche', de Man Ray), muebles, plata, porcelana, cerámica, manuscritos descriptivos, libros, joyería y otras piezas de arte forman parte de este seleccionado mercado, donde la crisis puede ser incluso favorable.

"Lo bueno es que las obras podrán estar más baratas", afirmó a Europa Press optimista el coleccionista belga Beert Auguste, interesado en cerámica china. "Desde el punto de vista de los galeristas, la crisis es positiva porque muchos coleccionistas buscan solventar los problemas poniendo a la venta sus piezas", añadió Diego López de Aragón, representante de la galería López de Aragón, una de las tres españolas presentes en el evento.

INVERSIÓN SEGURA

Konrad Bernheimer, responsable general de las secciones de pintura de TEFAF, recordó "el gran éxito de la subasta de obras pertenecientes a Yves Saint-Laurent" (que recaudó más de 400 millones de euros), una "indicación de que el segmento alto del mercado del arte es bastante independiente de la situación general de los mercados financieros".

"Es una excelente inversión en este momento, cuando el mercado financiero se muestra arriesgado", aseguró Bernheimer, comparando el mercado de arte al oro. "No funciona como 'commodities', sino como moneda", especificó. "Creo que no va a afectar a nuestras ventas porque los que vienen aquí pueden pagar por las obras. Coleccionistas son coleccionistas, con o sin crisis", sentenció Ben Janssens, marchante de arte oriental ubicado en Londres y presidente del Comité ejecutivo de TEFAF.

Sin embargo, López de Aragón cree que "quizás la crisis afecte un poco el mercado de arte contemporáneo, que tiene una línea mucho más de 'dientes de sierra' que el arte antiguo". "Algunas personas tienen miedo a invertir en arte contemporáneo al pensar que es muy especulativo y, además, actualmente se está produciendo un retorno a las obras tradicionales", aclaró Janssens.

RÉCORD DE PARTICIPANTES

Considerada la feria de arte y antigüedades más influyente del mundo, TEFAF alcanzó este año el número récord de 239 participantes, de quince países, que hacen de esta edición la más grande hasta ahora.

Más del 80% de los expositores en la feria provienen de fuera de Holanda, al igual que casi la mitad de los visitantes. Este año destaca una nueva sección llamada 'TEFAF Design', que reunirá a expertos internacionales del diseño y las artes aplicadas del siglo XX y aumentará el número de secciones a un total de siete.

Bernheimer reveló que "el metro cuadrado aquí es uno de los más bajos del mundo, así que participar en esta feria es mucho más barato que participar en la Bienal de París, por ejemplo". Para formar parte de TEFAF, una galería puede gastar de 40.000 a 50.000 euros, según explicó Janssens, quien reveló también que hasta un 20 por ciento de las piezas (en el caso de su galería) se "reservan" antes para clientes especiales. "Por la cantidad de reservas efectuadas, creo que este año podremos conseguir un resultado similar al del año pasado, que fue muy satisfactorio", precisó.

La feria recibió más de 73.000 visitantes en 2008, entre ellos muchos de los conservadores de los museos más importantes del mundo y coleccionistas privados. Aunque la mayoría provenía de países de la Unión Europea y de los Estados Unidos, cada vez hay una mayor afluencia de visitantes de Rusia, Japón, Australia, Brasil, Argentina, Canadá e Israel. López de Aragón clasifica tres tipos de compradores: museos ("árabes, americanos y europeos"), coleccionistas e inversores "o gente que viene a la feria sin una objetivo específico".

Tuesday, March 10, 2009

La obra de Gabriel Orozco se instala en el MOMA de Nueva York


Exposición retrospectiva
Líder de una generación de artistas mexicanos
Exposición compuesta mayoritariamente por instalaciones y fotografía
Varias de las piezas seleccionadas para esta exposición, serán mostradas por primera vez en Nueva York

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- La obra de Gabriel Orozco (Jalapa, Veracruz, 1962) participa desde hace algún tiempo del espacio reservado a los grandes creadores contemporáneos. Lidera una generación de artistas mexicanos que mantienen un inteligente diálogo con la cultura del país, exportándola al resto del mundo.

Distintos episodios de su trayectoria de los últimos 20 años se reunirán desde el próximo 3 de diciembre hasta el 1 de marzo de 2010 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA, por sus siglas en inglés), con una muestra retrospectiva de su obra.


Ésta será apenas la sexta exposición individual de un artista latinoamericano en el MOMA y la tercera correspondiente a uno mexicano, después de Diego Rivera y Manuel Álvarez Bravo.

La obra de Orozco ha estado presente en los acontecimientos más importantes del arte contemporáneo durante la última década y es uno de los más significativos renovadores de la creación conceptual.

Para Luis Pérez-Oramas, curador de arte latinoamericano del MOMA, "es uno de los más importantes artistas occidentales de la generación de los 90, por así decirlo".

Además de un "excelente artista", añade que Orozco es "un intelectual que cataliza, concreta y cristaliza una lectura del arte contemporáneo europeo y norteamericano, así como del latinoamericano. Crea relaciones muy interesantes".

Buena parte de las obras seleccionadas por el artista mexicano para esta muestra retrospectiva se exhibirá por primera vez en Nueva York, ciudad a la que se trasladó en 1992 y donde al poco tiempo se convirtió en uno de los creadores fundamentales de la generación emergente, residiendo también en Berlín y en Londres.

No está interesado en los espacios fijos -por eso no tiene estudio y divide su trabajo entre la Ciudad de México, Nueva York y París- ni en las situaciones predeterminadas, aprovechando cada ocasión que la vida le pone delante para inspirarle y crear una nueva obra. Así, realidad, lugar y tiempo son tres de las constantes en su carrera, pero siempre variables.


La mayor parte de su producción está conformada a base de instalaciones y fotografías, aunque su obra abarca también dibujo, escultura y pintura.

Ann Temkin, curadora de la muestra que acogerá el MOMA a finales de año, señala que "Orozco se alejó de hacer una obra que fuera predecible o de crear un sello distintivo en su trabajo y en lugar de eso ha logrado en cada una de sus exposiciones crear piezas que toman a la audiencia por sorpresa".

Innovador a pesar de emplear materiales sencillos, o simplemente original, lo cierto es que Orozco ha sabido hacerse hueco en el panorama internacional, mostrando sus trabajos en los principales museos del mundo.


"Orozco se volvió un artista internacional, sin dejar de ser mexicano, lo que es un balance muy delicado", destaca Temkin.

http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2009/83853/6/la-obra-de-gabriel-orozco-se-instala-en-el-moma-de-nueva-york.htm