Tuesday, October 21, 2008

Damien Hirst es la figura más poderosa del arte contemporáneo


El británico consiguió 140 millones de euros en su última subasta en la galería londinense de Sotheby's
El británico Damien Hirst, con su compañía Science, que se encarga de su producción artística, mercadotecnia y publicidad, encabeza la lista de las figuras más poderosas del arte contemporáneo que elabora la revista ArtReview..

Hirst, que ocupó ya esa posición en el 2005, ha vuelto a recuperarla tras la reciente subasta de sus últimas obras en Sotheby's, que le supuso ingresos de 111 millones de libras (unos 140 millones de euros). Según la revista, Hirst aceptó el desafío de la crisis económica mundial y salió triunfante de la prueba con esa subasta, calificada de histórica porque era la primera vez que un artista llevaba directamente a la puja su producción sin pasar antes por un marchante.

La publicación de la lista coincide con el comienzo, mañana, de la feria Frieze de arte contemporáneo, que atrae a galeristas, marchantes y coleccionistas de todo el mundo. Inmediatamente después de Hirst figuran en la lista el conocido galerista estadounidense Larry Gagosian; Kathy Halbreich, directora asociada del Museo de Arte Moderno de Nueva York; Nicholas Serota, director de la Tate; Iwan Wirth, fundador de la galería suiza Hauser & Wirth; y Jay Jopling, de la galería londinense White Cube.

El empresario multimillonario francés François Pinault, dueño de la casa de subastas Christie's, figura en octavo lugar, delante del artista norteamericano Jasper Johns, y del también multimillonario y mecenas Eli Broad, propietario de una fundación museo con casi 2000 obras de arte moderno y contemporáneo.

Otros artistas que aparecen en la lista son Jeff Koons (puesto 11), Gerhard Richter (18), Richard Prince (19), Takashi Murakami (28), Richard Serra (33), Bruce Naumann (45), Cy Twombly (46), Andreas Gursky (49), Olafur Eliasson (50), Jeff Wall (52), Peter Doig (53), Lucian Freud (66), Maurizio Cattelan (68) o Louise Bourgeois (81).
Banksy, el único artista callejero de la lista
ArtReview destaca el fuerte despegue de Takashi Murakami, que ha ascendido 61 puestos en un año en el que se celebró una gran exposición dedicada a su arte y una tienda de Louis Vuitton vendió productos firmados por él. Banksy, un grafitero británico de creciente popularidad en el mundo del arte , es el primero también de los artistas callejeros en figurar en esa lista.

La pujanza del coleccionismo en los mercados emergentes se refleja, por otro lado, en el puesto 54 que ocupan el multimillonario Roman Abramovich y su novia Dasha Zhukova, que acaba de fundar en Moscú una nueva galería de arte contemporáneo conocida como El Garaje.

También es de destacar la atención creciente al arte chino, al que el coleccionista y marchante británico Charles Saatchi (número 14 de la lista ) ha dedicado la primera exposición en su recién abierta galería londinense del barrio de Chelsea. Uno de los artistas representados en esa exposición, Cai Guo-Qian, ha ascendido del puesto 99 al 69 en esa lista , mientras que el colectivo de artistas de Pekín conocido como Long March Project figura ya en el 93.

Monday, October 13, 2008

Sotheby's subastará obras de Warhol,Richter,Damien Hirst y otros artista


EFE - Londres - 08/10/2008 12:29
http://www.publico.es

Sotheby's ofrecerá al mejor postor obras de Andy Warhol, Gerhard Richter, Anselm Kiefer, Damien Hirst, Anish Kapoor, Peter Doig y otros artistas en su próxima subasta de arte contemporáneo.
La subasta, que tendrá lugar los días 17 y 20 de octubre, coincidirá con la celebración de la feria Frieze, dedicada también al arte contemporáneo y que atrae a coleccionistas de todo el mundo.
Entre las obras ofrecidas destaca una selección de la serie de "Calaveras" de Warhol (precio estimado entre 6,4 y 9 millones de euros), perteneciente al marchante suizo Thomas Amman, que fue amigo del artista norteamericano de origen eslovaco.
Dos lienzos que se espera alcancen un precio igualmente muy alto (hasta 9 millones de euros) son el paisaje "Jerusalén", del alemán Gerhard Richter, y una composición abstracta también de Richter titulada "Rojo", por la que la casa de subastas espera que se paguen entre 3,85 y 5,2 millones de euros.
De Damien Hirst, famoso por sus animales conservados en tanques de formol, esta vez se pone en venta con fines benéficos una tabla de surf pintada de diversos colores.
También se subastará un conjunto de obras donadas por distintos artistas, entre ellos también Hirst, Howard Hodgkin, los hermanos Chapman, Barbara Kruger y Anish Kapoor, con ocasión del sesenta aniversario del Instituto de Artes Contemporáneas.

El arte de los sueños


El arte de los sueños

Estudiantes de El Bronx buscan su futuro en el mundo artístico

www.impre.com
José Angel Gonzalo | 2008-10-12

Especial para EDLP/Nueva York
— Hubo un día, puede que en un momento exacto, en el que una joven de origen puertoriqueño decidió ser artista, cantar y actuar. No sabemos cuándo, pero hubo otro instante en el que otro joven unió su vida irremediablemente a una cámara.

Hoy, tras años de estudio, de trabajo y, seguro, no pocos reveses, aquellos incautos muchachos disfrutan de una vocación que convirtieron en forma de vida.
Del mismo modo cada mañana más de 500 alumnos, de entre 14 y 18 años, se dirigen —algunos casi de forma espartana— a una escuela para formarse y poder alcanzar también sus sueños.
Lejos de la imagen estereotipada lanzada por Disney y su idílica “High School Musical”, la Escuela de Arte Contemporáneo sita en el barrio de El Bronx, es un hervidero de jóvenes promesas, ansiosos por demostrarse a sí mismos que su valía, mezcla de dotes innatas y esfuerzo, es la mejor garantía para su éxito. Su futuro se dibuja en el mundo de las artes.

Jóvenes de pelo hirsuto, y algunos de colores llamativos; piercings en órganos varios; adolescentes sin prejuicios. Todos con ganas de perseguir aquello en lo que creen.
Las motivaciones que les llevan a ingresar en esta clase de estudios son múltiples y diversas, pero todos ellos presentan una gran sensibilidad artística y capacidades para ello, desde dotes para la canción, el dibujo, la escritura o la danza.

Con un alumnado procedente en su mayoría de América Latina, sobre todo de México, Honduras, Puerto Rico, Colombia, Nicaragua y Jamaica, los profesores se enfrentan al reto de instruirlos en el mundo de las artes.

La mayor parte de los adolescentes son ya ciudadanos americanos, hijos de emigrantes, pero los hay también que acaban de llegar. Chicos y chicas que se enfrentan por primera vez en su vida a este país que les ha acogido, pero del aún desconocen un gran número de cosas, como el idioma.


Generación mediática. Actores, actrices, cantantes famosos y archiconocidos marcan sus vidas desde casi su nacimiento. Han crecido con ellos en la MTV, tienen forradas las paredes de sus cuartos con sus fotos, escuchan sus discos y ven sus películas. Indefectiblemente, ellos son los pasos a seguir. Pero, como nos corrobora Beatrice Alfaro, coordinadora de padres, con la madurez de los cursos, sus deseos se modifican.
Entrar en contacto con las instalaciones y los profesores; el uso de la tecnología y sus posibilidades a la hora de expresarse y crear nuevas formas artísticas, hace que muchos de los alumnos se replanteen su futuro y acaben especializándose en un campo que siquiera habían previsto.
¿Y cuándo empezó esta aventura? Hace ya seis años que abrió sus puertas a todos estos futuros artistas. Los comienzos, como todos los inicios, fueron duros. La llegada de un nuevo principal, el señor Francisco Sánchez en 2004, hizo que todo cambiara. Sala de baile, pequeños estudios rebosantes de focos y cámaras... Todo encaminado a una formación integral.

Pero, ¿pueden estos jóvenes, sentirse frustrados una vez al acabar sus estudios y no ver realizado sus sueños de convertirse en un nuevo Marc Anthony o una nueva Eva Mendes? La respuesta es rotunda: no. Ellos, con el apoyo pedagógico y la madurez que obtienen en la escuela, son conscientes de los problemas que existen en el camino.

La fama cuesta, como decía profesora de danza Lydia Grant en la ya mítica película, y ellos están dispuestos a sudar para ganársela, pero todos saben que tras estos primeros años de formación deberán continuar sus estudios en la universidad.
Que ésta que han iniciado es una carrera de largo recorrido, que no es fácil y que la recompensa más que convertirse en un nuevo icono de juventudes es poder desarrollarse plenamente como futuros profesionales de las artes, es, seguramente, la principal lección que deben aprender.
Así lo tiene asumido Kylie, estadounidense con ascendencia dominicana. Resuelta, espontánea y gran vitalidad, esta joven desea poder convertirse en una futura periodista. Para ella, lo más importante de su formación es dotarse de las herramientas necesarias para poder comprender lo que sucede a su alrededor y poder así contarlo.

Sin atajos a la fama. La filosofía que impregna este proyecto es la cercanía. Con todo el apoyo que reciben los chicos, el abandono de los estudios es prácticamente nulo.
Y si bien alguno puede caer en los señuelos de la conformidad y los atajos de un estrellato fácil, los profesores les hacen comprender que el trabajo es la única base segura para triunfar.
Pero claro que han existido intentos de recorrer el trayecto por caminos más livianos. Para evitar estos plausibles casos, la escuela ofrece encuentros con profesionales de las diferentes ramas impartidas, lo que permite a los jóvenes acercarse realmente a su futuro.
Pero no sólo de arte viven los muchachos. Son diversas y variadas las actividades extraescolares. El deporte, sobre todo, se erige como un pilar, no sólo dentro de la formación académica, sino como una forma de superación para ayudarles en su larga carrera de fondo.

Un futuro verde esperanza. Y los padres, ¿cómo ven que sus hijos hayan optado por una vía artística? Sin estadísticas al respecto, nos comentan que los progenitores en ningún caso tratan de desalentar los deseos de su prole. Como caso paradigmático Tina Pérez, de origen puertorriqueño, que busca matricular a su hijo en la escuela.
“Ésta puede ayudarle en su futuro; a ellos [los profesores] les importa mucho la educación de los estudiantes, pero siempre de una manera muy cercana”
¿Y cómo resume esta madre todo este sentimiento? Simplemente en una palabra: esperanza.
Por cierto, aquellos jóvenes que en el anonimato de su adolescencia un día decidieron cantar, actuar o realizar sus propias películas, no eran otros que Jennifer López y el premiado director de cine mexicano Guillermo del Toro.

Thursday, September 25, 2008

El mercado del arte ignora la crisis financiera con ventas millonarias



17/09/2008
NUEVA YORK (AFP) — El mercado internacional del arte parece ignorar por el momento la crisis financiera y en las salas de venta de Nueva York los precios siguen por las nubes.
"Vamos, por 920, 940. ¿Por qué no 950? 960 si quieren", alienta con habilidad el rematador Hugo Weihe de Christies por un óleo del artista indio Subodh Gupta. "970. ¿Alguien más?"
El martillo cae en 970.000 dólares, es decir más de un millón de dólares con la comisión incluida.
En dos horas, la subasta de arte moderno y contemporáneo del sudeste asiático totalizó el martes 12,6 millones de dólares, incluyendo un dibujo del indio Francis Souza, tasado en 3.000 dólares, que se vendió por 28.000.
No se trataba de una venta de la envergadura de la realizada el mismo día en Londres, donde el artista británico Damien Hirst se vendió por un récord de 111 millones de libras (198 millones de dólares) en Sotheby's.
La subasta londinense que incluía un tiburón y otros animales conservados en formol, batió el récord anterior de 20 millones de dólares de Pablo Picaso, por una venta dedicada a un solo artista.
Sin embargo, al igual que la extravagante subasta de Sotheby's, el excelente desempeño de Christie's en Nueva York demostró hasta qué punto el mercado del arte hasta el momento hace oídos sordos al pánico de las finanzas en crisis.
Alentados por la voz calma y seductora de Weihe, los coleccionistas hacen gestos discretos para registrar su ofertas. A un costado, dos filas de asistentes susurran informaciones por teléfono a clientes invisibles.
La quiebra de Lehman Brothers, la nacionalización de la aseguradora AIG y las corridas bursátiles en el mundo entero parecen ser de otro planeta.
"Es cierto que estamos completamente desfasados con lo que está sucediendo", dijo Conor Macklin, marchand de la galería Grosvenor de Londres, de visita en Nueva York.
Max Rutherston, otro marchand de la galería Sydney L. Moss de Londres, explicó que el mercado del arte está protegido por un colchón de compradores muy ricos.
"El sector más alto está impulsado por gente que hizo mucho dinero en otro lado. Es una especie de juego de apuestas de alto nivel, donde el que acierta puede obtener grandes ganancias, especialmente con el arte contemporáneo", dijo Rutherson.
Según él, el mercado del arte terminará inevitablemente padeciendo el impacto de la crisis económica mundial.
Sin embargo, agregó, "esto tiende a suceder dos o tres años después de que la crisis afecta a otros mercados. Siempre fue así. No sé si es porque la gente niega la realidad", comentó Rutherson.
Una coleccionista privada, la holandesa Eegje Schoo, opinó que el mercado del arte logrará esquivar la crisis.
"Creo que hay un grupo de gente que decidió que se trata de una inversión más segura que otras. Y va a seguir creciendo", dijo Schoo.
En la sala de ventas, las pujas continúan, impertérritas.
Un hombre que toma té en la última fila acaba de comprar una caja de aluminio por 160.000 dólares. Una obra que representa a inmigrantes pobres de la India se vendió por casi un millón de dólares.
De los 126 lotes en venta, 84 hallaron comprador. El miércoles, en otra venta, un Buda tibetano cambió de manos por 3,6 millones de dólares.
Como dijo Weihe tras la subasta: "Siempre hay una categoría de coleccionistas inmunes a los cambios económicos. Están en otra categoría".

Instalación interactiva para Tlatelolco de Rafael Lozano-Hemmer

Queridos, adjunto a este mensaje la invitación de mi pieza para Tlatelolco. Les mando también la descripción del proyecto. Ojalá puedan venir y probar el sistema e invitar a otros amigos y colegas. Yo estaré el dia de la inaguración y sería lindo verlos. Abrazos, Rafa

Voz Alta, Arquitectura Relacional 15
Instalación interactiva para Tlatelolco de Rafael Lozano-Hemmer
25 de septiembre al 4 de octubre del 2008
Inaguración jueves 25 de septiembre a las 21:00

Voz Alta es una instalación interactiva diseñada para el Centro Cultural Universitario en Tlatelolco, una pieza que entre otros objetivos pretende activar y actualizar nuestra memoria del movimiento estudiantil de 1968. Se trata de un sistema de luz que reacciona en vivo a la voz de participantes locales y de registros de archivo sonoro como entrevistas, declamaciones, lecturas y manifiestos.

Tres rayos de luz centellean en el cielo de la Ciudad de México. Los rayos provienen de cañones antiaéreos localizados en el techo del antiguo edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Tlatelolco. Los haces de luz apuntan en tres direcciones: hacia el suroeste, visible desde el Monumento a la Revolución, hacia el sureste, visible desde el Zócalo, y hacia al Norte, paralelo a Insurgentes Norte. Los rayos de luz se ven a 10 kilómetros a la redonda y se proyectan paralelos al piso, apuntados estratégicamente para conseguir máxima visibilidad pero sin iluminar ningún edificio o ruta aérea. Los rayos cambian de intensidad constantemente, un centelleo que no es estroboscópico sino modulado, es decir, una variación de intensidad con gradaciones, lo que produce un efecto más sutil y agradable.

Un megáfono estará situado en la explanada de la Plaza de las Tres Culturas para que la gente participe. Según se habla en el micrófono del megáfono, la voz se convierte en luz en tiempo real, gracias a un cañón de luz que “manda” el mensaje de la explanada a los tres cañones en la azotea del antiguo edificio de la SRE. Justo después el mensaje es “emitido” por los tres cañones. La codificación de la voz en luz es sencilla: si hay una pausa de silencio esta se visualiza como oscuridad, si hay voz la intensidad se incrementa. Un algoritmo detecta el tono de la voz y “normaliza” la señal para que hombres, mujeres, niños o ancianos, todos puedan amplificar su voz a máxima luminosidad, es decir, se evita que la gente tenga que gritar para ver la máxima intensidad, un susurro también lo consigue.

Si nadie está hablando en el micrófono de la Plaza, los rayos de luz emiten las voces de una programación hecha esprofeso por Radio UNAM con documentos sonoros procedentes del acervo del Centro Cultural Universitario, así también como de la propia estación de radio y de otros archivos emblemáticos de México. La idea es mezclar las voces de protagonistas de nuestra cultura con las de los participantes de hoy, amplificando ambas para que tengan una escala urbana, una iluminación en todos los sentidos de la palabra.

Para escuchar lo que la luz está diciendo en cada momento, es posible sintonizar Radio UNAM en el 96.1 MHz de FM. Ahí de las 20:00 a 22:00 horas se podrán escuchar las voces, perfectamente sincronizadas con el centelleo de la luz. Es posible imaginar que muchos hogares, centros de estudio, oficinas, etc. podrán ver los centelleos y sintonizar el radio para escuchar lo que dice la luz.

Donde participar: en la esplanada de la Plaza de las tres culturas en Tlatelolco

Como participar: tomando el megáfono y diciendo algo.

Cuando: todas las noches del 25 de septiembre al 4 de octubre de 20:00 a 22:00, excepto el 25 y 26 de septiembre de las 21:00 a las 23:00.

Como escuchar: sintonizando Radio UNAM 96.1 MHz de FM

Como ver las luces: el mejor lugar es desde Tlatelolco mismo, pero dependiendo del clima los rayos se verán desde el Zócalo, desde el IPN, desde el monumento a la revolución, etc.

Duchamp

“Una empleada de la Tate Gallery tira una bolsa de basura sin saber que era una obra de arte” es una noticia que apareció recientemente. Lo que llama la atención de esta nota es que una bolsa de basura haya dejado de ser sólo eso. El que una bolsa de basura, algo vulgar, corriente y poco glamoroso, fuera una obra de arte es lo mismo que decir que, una obra de arte, como se ha entendido desde siempre, fuera simplemente una bolsa de basura. La obra se llama: “Nueva creación de la presentación publica de un arte autodestructivo” su autor es Gustav Metzger.
(Metzger, de 80 años, nació en Alemania de padres judíos polacos y de niño se trasladó como refugiado al Reino Unido, donde en la década de los sesenta inventó el concepto de “arte autodestructivo”. El artista acaparó titulares hace algún tiempo cuando una de sus obras, una bolsa de basura llena de recortes de periódico, cartón y trozos de papel, fue desechada por una limpiadora de la Tate que la confundió con desperdicios.
Metzger, que vive en el este de Londres, es un creador y activista político conocido sobre todo en los círculos artísticos alternativos, y su filosofía de arte y destrucción inspiró entre otros a Pete Townshend, de la banda de rock The Who, para romper su guitarra en el escenario).
Esta nota queda como un detalle curioso de lo que puede llegar a ser el arte contemporáneo.
Los periódicos buscan notas curiosas que pueden llegar hasta resultar chocantes. Prácticamente todos los periódicos mencionan el nuevo cambio de la historia del Arte, Demian Hirst ha roto con la galerías y se lanza a subastar en Sotheby´s por su cuenta, con esto es el primer artista vivo que llega de manera directa a una subasta.
Las noticias sobre el arte contemporáneo llegan a ser motivo de ocho columnas, más que notas de la sección especializada. Lo que buscan es crear opinión pública.
La opinión pública parte de:
Una gran nota relativa a una exposición,
La información sobre una feria que resume las cosas que se han podido llevar a cabo dentro de su tiempo de exposición,
Las notas curiosas en las que hay un choque contra el sentido común del espectador.
Las dos primeras pertenecen “al mundo del arte”, el medio protegido por y para la experiencia estética.
En el tercero se juega el alejamiento entre el gusto de la mayoría del público, un público que no puede entender que algo fuera de su comprensión de “buen gusto” se encuentre como parte de la opinión pública.
En el arte contemporáneo es frecuente la confusión entre una obra de arte y un objeto cualquiera, esto no tendría que ocurrir nunca. Desde el punto de vista de materialidad de la obra y de la percepción de quien se encuentra delante de ella no hay diferencia sustancial entre el conjunto de objetos denominados arte y los simplemente denominados “objetos” o más directamente “cosas”.
Esto ocurre pues la mayoría de la gente no tiene interiorizado prácticamente el catálogo de obras y autores que lo forman, lo cual no ocurre con obras y artistas anteriores, en el arte contemporáneo el sujeto está demasiado cerca del objeto.
En el siglo XX se aquilataron dos grandes teoremas, se habla de ellos todo el tiempo pero no necesariamente se entiende su contenido:
“Cualquiera puede ser un artista” y “cualquier cosa puede ser una obra de arte” (el segundo dicho por Joseph Beuys a mediados de los 60).
La existencia de un “mundo del arte”,
la popularización de la producción artística y
la pérdida del carácter sacro, mágico o sobre terrenal de la obra de arte
son tres experiencias que definen buena parte de la experiencia estética humana que llamamos arte.
Tal vez uno de los conceptos más chocantes al público sea el de “cualquier cosa puede ser una obra de arte, pero no todo es arte” esto es un cambio radical en la consideración del “objeto” que entra en la experiencia estética y que se ha denominado “obra de arte”.
Para poder ampliar estos conceptos es necesario acudir al origen que les dio sentido, este origen se le debe a Marcel Duchamp.
La obra “Fuente” Duchamp se expuso por primera vez en Nueva York en 1917, esta pieza fue elegida a finales del año 2004 entre 400 artistas como la obra más influyente del siglo XX. Como “cosa” es un urinario de porcelana blanco, esto es, un objeto habitual cuya función no puede ser más determinada. Como “obra de arte” consiste en colocar en una sala de exposiciones y de una forma no habitual algo que no podríamos encontrar en un espacio para el arte, firmándolo en una de sus esquinas como sucede con las pinturas, con un nombre R Mutt que no corresponde a nadie que haya participado en el ready made.
Puesta ahí y en aquél momento, la “obra de arte” es la negación materializada de la vieja idea: la obra de arte debe ser hecha de un material noble como sería el mármol o el bronce o el óleo para la pintura, esto es un material no vulgar, no utilizado de una manera común.
La impronta se convierte en que, no importa que sea un objeto común, está colocado por encima de los objetos de su naturaleza pues algún individuo ha puesto en él toda su simbología, su creatividad, no lo ha sacado de la nada, no ha sido fabricado, simplemente cambió de lugar. La firma otorga carácter de divinidad, originalidad, unicidad. En este caso la firma corresponde a alguien imaginario, alguien inventado que no existe. La fuente, antes urinario, se ha transformado en un objeto que significa el mundo, desde Duchamp. (El hombre prehistórico llevó a cabo la misma acción, tomo objetos y los diferenció y con esto significo su mundo y lo fue llenando de símbolos).
La cosa: urinario entra en discurso distinto de presuposiciones, conductas sociales, valores, juegos de lenguaje, referencias etc. De lo que se conoce como “obra de arte”. La “genialidad” consiste en haber condensado en un objeto y un lugar la negación de toda una cosmovisión.
Es obvio que nada concerniente al arte continúa ya siendo obvio, ni su vida interior, ni su relación con el mundo, ni siquiera su derecho a existir
Teodoro Adorno Estética 1969

(Notas sobre Arthur Danto)
A lo largo de la historia, el concepto de arte, como tal, no impone restricciones internas en cuanto a qué cosa son las obras de arte o no. En los tiempos actuales, es muy difícil definir si algo es una obra de arte. Peor aun, una cosa puede ser obra de arte mientras otra cosa, absolutamente idéntica a ésta, no. La percepción visual ya no es suficiente para detallar el fenómeno del arte contemporáneo.
Los criterios tradicionales han dejado de tener validez.
El performance del colectivo Praxis que se exhibió en la bienal del Whitney de 2002 ofrecía al espectador un menú de servicios que incluía abrazos, baños de pies, billetes de dólar, así como la colocación de apósitos acompañada de un beso. Una de las obras más populares de la Bienal fue la pieza sonora de Steven Vitello, consistía en una grabación realizada en 1999 de los sonidos causados por el Huracán Floyd en el exterior del piso 91 de la Torre uno del World Trade Center.
Para los artistas hoy todo es posible, como consecuencia de esta apertura radical las obras son objetos que casi pueden pasar desapercibidos en lo cotidiano.
El intento de homicidio de Andy Warhol en manos de Valerie Solanas (escritora estadounidense de ideas feministas radicales y de acentuada misandria) casi se valoró como un performance si no hubiera sido porque había que enfrentar legalmente el caso.
El compositor Karlheinz Stockhausen declaró que el ataque terrorista de 11 de septiembre de 2001 había sido la mayor obra de arte de todos los tiempos, las críticas por la efusividad del comentario del músico hicieron que de inmediato se desacreditara, pero el hecho es que llegó a determinar el grado de apertura del territorio, por monstruoso que pudiera ser estrellar aviones de pasajeros en edificios abarrotados de gente para crear una obra de arte.
¿Qué es el arte?
Cualquier cosa.
Esta puede ser una respuesta decepcionante.

Pero esto es porque desde hace mucho tiempo se da por sentado que las obras de arte constituyen un grupo de objetos limitados y, hasta cierto punto, elevados que cualquiera podría identificar por su estatus, por ser los trascendentales (bien, verdad y belleza).
En la nueva filosofía, los objetos que se consideran como arte siguen siendo limitados, lo que pasa es que ahora cuesta más trabajo reconocerlos. En nuestros días, algo puede parecer una obra de arte y no serlo.
Esto no lo podríamos imaginar antes de 1917 cuando Marcel Duchamp creó 14 ready mades, que parecían más un grupo de objetos salidos de un garage en venta, que obras expuestas en el Carré del Louvre. Pero si trasladamos a Duchamp a la actualidad, este artista hubiera resultado muy severo en la manera de organizar y delinear qué objetos y por qué serían colocados en un sitio especial. El fenómeno artístico, ahora, ha borrado casi por completo la línea entre arte y no arte. Duchamp nunca dijo por qué había elegido esos objetos y por qué lo separaba de los del garage. Nunca transmitió cual sería su reacción si se encontrara esos objetos intervenidos por otros artistas. La pregunta quedó en el aire pero abrió una puerta.
“El Fin de Arte, parece como frase, un grito desesperado. En realidad este fin, nos permite definir, en términos del objeto, que nos depara la historia del arte sin esperar a ver que más puede pasar”. Danto
Como cualquier cosa puede ser una obra de arte, inician las sorpresas, los enigmas…
Nada en el arte de hoy es absolutamente obvio…
En 1917 Duchamp fue invitado por la galería Grand Central de Nueva York a formar parte del jurado de una exposición de artistas independientes. Sin informar a nadie, el propio Duchamp envió para exponer en esa exposición el urinario de porcelana blanca firmado con el seudónimo “R. Mutt”. Cuando su Fuente fue rechazada para la exhibición, Duchamp renunció al jurado y el incidente causó un escándalo que sacudió al mundo del arte.
Con esta actitud provocadora Duchamp quiso mostrar su desilusión ante las formas tradicionales del arte, pintura y escultura, como medios de expresión, y su rechazo ante la idea de que el arte y el artista tienen una “naturaleza especial” distinta a la de los hombres y objetos ordinarios. Su gesto de enviar a la exposición un producto comercial fabricado en serie y firmado por un “artista” inexistente, se opone radicalmente a la sacralización de la obra de arte como “creación única e irrepetible”, salida de las manos de un “genio”. Este desafío “antiartístico” proponía romper con las barreras del arte y ampliar sus horizontes. En la defensa de su Fuente, Duchamp escribió:
Si el Sr. Mutt construyó o no con sus propias manos la Fuente no tiene ninguna importancia. Él la ELIGIÓ. Tomó un objeto de la vida diaria, lo reubicó de manera que se perdiera su sentido práctico, le dio un nuevo título y punto de vista y creó un nuevo significado para ese objeto.
Duchamp.
El concepto artístico que Duchamp postula con obras como Fuente es el del ready made, es decir “lo ya hecho” u “objeto encontrado”. Es decir que encuentra objetos manufacturados que descontextualiza de su entorno común y a los que les otorga una nueva identidad. Con ello, Duchamp ubica la esencia del acto artístico en la IDEA y selección del objeto, no en la creación ni en la imagen visual de la obra. De este modo, el artista se libera de la manualidad y, por ende, de la técnica, que la tradición artística entendía como indisolubles del acto creador.

En su momento, y quizá todavía, obras como ésta se tomaban como una agresión. Marcel Duchamp usó este tipo de violencia para combatir las ideas convencionales del arte. Su actitud coincide con el movimiento dadaísta (Zurich,1916), en donde se cuestiona la validez del arte mismo. Duchamp y los dadaístas buscaron demoler las barreras entre el arte y la vida, declarando que cualquiera podía ser un artista y cualquier cosa podía convertirse en una obra de arte.
Cita de internet.
En la práctica del ready-made se reconoce e identifica algo como “obra acabada”, como pieza artística ya terminada. Se recontextualitza o se reinterpreta a partir de este reconocimiento. El ready-made pone de manifiesto que la intervención directa del artista en la producción de la obra no es necesaria. Extremando esta idea y relacionándola con la estética de la recepción podemos decir que es la mirada del espectador la que completa la construcción de la obra y que por lo tanto toda experiencia estética es en cierta manera un ready-made construido por aquellos que la viven. Y esta experiencia tiene que ver con el punto de encuentro entre sus ideas previas y los estímulos del momento.
Cuando se hace público un ready-made, cuando se comunica a los otros mostrando un elemento como ready-made, entendemos que se está haciendo una propuesta a la reinterpretació. Se está trayendo esta mirada a un contexto colectivo, social.
Cita de internet.
El ready made se toma del contexto de la moda, ready to wear, listo para llevarse puesto sin necesidad de hacerlo a la medida.
Se establecen tres posibilidades no vistas en el arte:
1 La selección de un objeto es en sí un acto creativo
2. Cancelar al objeto de su valor utilitario se transforma en arte
3. Al conferir un título al objeto se le da un Nuevo pensamiento o significado.

El mismo Duchamp dice en una entrevista: Hay que acercarse al objeto con una indiferencia visual absoluta, con una ausencia de buen o mal gusto.
Cuando se le preguntó como se elige un ready made, el contesta: Él te elije a ti.
Para él existen los ready made “asistidos” el objeto tal cual o los “ayudados” los cuales eran manipulados o modificados. Los “futuros” son los que en cualquier momento vendrán, propone firmar el edificio Woolworth de NY.
Duchamp entra en un juego eterno con el expectador, toma la pala de nieve, la pone en tus manos y te invita a pensar esto es arte o no.
El ready made es precursor del minimalismo y del pop, por su idea de serialidad.
La apropiación, es decir, el tomar un objeto y hacerlo de Nuevo tiene que ver con Duchamp.
Duchamp creó la idea del arte como una eternal controversia, de género, politico por su irreverencia, incluyente de un agama de posibilidades que jamás se habían tomado en cuenta en el mundo del arte.
Ruptura por determinar los valores del arte contemporáneo en la indeterminación, romper con los ideales, bien verdad belleza como trascendentales en el arte.

Tuesday, September 16, 2008

Arte, formol y mucho dinero


Damien Hirst llega a la madurez rico y famoso tras una infancia pobre y una juventud de alcohol y drogas

"Es increíble lo que se puede hacer con un suspenso en arte en Selectividad, una imaginación retorcida y una motosierra", dijo Damien Hirst a modo de mini biografía durante el discurso de aceptación del Premio Turner en 1995. El artista británico se hizo con el galardón, el más importante del arte contemporáneo, con Madre e hijo, Divididos, una escultura consistente en una vaca y un ternero, diseccionados, y encerradas, cada una de sus mitades, en tanques de formol.


Hisrt bate sus propios records y vende su 'vaca' por 13 millones de euros

Arte excéntrico a Subasta
FOTOS - EFE - 12-09-2008
Tiburón, cebra, toro…. La gente no ha querido perderse la ocasión de ver el tiburón, la cebra o el toro con los cuernos de oro en sus correspondientes vitrinas antes de que los compre algún multimillonario dispuesto a romper un nuevo récord. Más de siete mil personas han pasado ya por allí.- EFE


Charles Saatchi, el magnate de la publicidad, fue su 'hada madrina'

Hoy tiene seis estudios en los que trabajan 120 personas
Para entonces, el escándalo ya le precedía. En 1991, Hirst se había hecho célebre en todo el mundo con un tiburón tigre de cinco metros suspendido en un tanque de formol, una pieza titulada La imposibilidad de la muerte en la mente de alguien vivo. Hirst siempre ha tenido un don para los nombres. Y para los números.
El escualo marcó el principio de una carrera hacia el estrellato que ha convertido a Hirst en uno de los tres artistas vivos más caros -los otros dos son Jeff Koons y Lucien Freud-, en una cotizada imagen de portada con estatus equiparable al de las estrellas del rock -ha sido la última de la revista Time- y en un individuo extraordinariamente rico.
Según Frank Dunphy, un antiguo contable de artistas circenses que Hirst contrató hace unos años para que llevara sus finanzas, el patrimonio del artista podría ser de 1.000 millones de dólares (705 millones de euros). Eso significaría que Hirst es dos veces más rico que Mick Jagger o Elton John. Hoy tiene nada menos que seis estudios por todo el Reino Unido en los que trabajan 120 personas. Una auténtica factoría.
Un sueño hecho realidad para un chico nacido en Bristol en 1965 y criado por su madre -Hirst nunca conoció a su padre- en un barrio pobre de Leeds. Delincuente juvenil -fue detenido en dos ocasiones por robar en tiendas-, trabajó en la construcción durante dos años antes de ser admitido en el Goldsmiths College, donde se graduó en 1989.
Un año antes, Hirst organizó una exposición con obras suyas y de sus compañeros, Freeze. Allí recibió la visita providencial de Charles Saatchi, magnate de la publicidad reconvertido en coleccionista de arte y verdadero hada madrinade Hirst. El artista participó en la primera exposición de la galería Saatchi en 1992, junto con Sarah Lucas, Mark Wallinger y Rachel Whiteread, convirtiéndose en el portaestandarte de una generación de artistas conocidos ya como Jóvenes Artistas Británicos, una marca acuñada por el sagaz publicitario.
Los noventa fueron los años locos del despegue de Hirst: se presentó internacionalmente en la Bienal de Venecia de 1993; ganó el Turner dos años después; formó Fat Les, un grupo de música con Alex James, de Blur, y el actor Keith Allen; en 1999 rechazó participar en la Bienal de Venecia... Fueron tiempos también de alcohol y cocaína, en los que los excesos públicos de Hirst eran bien conocidos por los habituales del Groucho Club del Soho londinense.
Desde 2002, el artista está sobrio y, casado con la californiana Maia Norman, con quien tiene tres hijos -Connor, de 13 años, Cassius, de 8, y Cyrus, de 3-, hoy pasa la mayor parte del tiempo en su granja de Devon. Al mismo tiempo que su vida se ha estabilizado, su caché se ha multiplicado exponencialmente. Si Saatchi compró en 1992La imposibilidad física... por 50.000 libras (62.938 euros), en diciembre de 2004 lo vendía al multimillonario financiero estadounidense Steve Cohen por 12 millones de dólares (8,4 millones de euros).
El año pasado se sacó de la chistera una calavera chapada en platino con 8.601 diamantes engastados. La pieza, llamada Por el amor de Dios, fue vendida a un consorcio de inversores, según dijo Hirst, por 100 millones de dólares (71 millones de euros). Aunque luego se supo que en tal consorcio participan el propio artista, Dunphy y Jay Jopling, propietario de White Cube, su galería en Londres (Larry Gagosian es su marchante en Nueva York).
A sus 43 años, Damien Hirst no está dispuesto a dejar de ser un enfant terrible. Su última vuelta de tuerca ha dejado con la boca abierta al mundo del arte. Entre hoy lunes y mañana martes se subastarán 223 obras nuevas suyas en Sotheby's. Es la primera vez, desde que la casa de pujas se fundó en 1744, que pondrá en el mercado obra nueva de un artista vivo directamente al público.
Con esta maniobra, Hirst volatiliza la comisión de sus galeristas, que suele ser del 50% del precio de venta de las obras. "Si alguien hace dinero, que sea el artista", declaraba Hirst recientemente al diario The Guardian. "Existe esa idea de que no eres un verdadero artista si ganas dinero, si no te estás muriendo de hambre en una buhardilla y tienes agujeros en los vaqueros. Pero yo, Warhol y Picasso nos ocupamos de los aspectos comerciales del arte. Goya, Rembrandt, Velázquez, todos ellos, pensaban en los aspectos comerciales de su trabajo". En total, los 223 lotes podrían generar unos ingresos de 65 millones de libras (82 millones de euros).
La pieza más importante de la subasta, El becerro de oro, es un ternero charolés de 18 meses encerrado en una urna de formol colocada sobre un pedestal de mármol. Las pezuñas, los cuernos y la aureola del ternero son de oro macizo y la urna está chapada en el mismo metal. Su precio estimado es de entre 8 y 12 millones de libras (entre 10 y 15 millones de euros). "Todo lo que uno hace es un autorretrato. Hasta cuando se limpia el trasero", decía Hirst hace unos meses durante una entrevista con el periodista Charlie Rose en su programa de la cadena estadounidense PBS. El ternero es, sin duda, el más logrado.

Monday, September 8, 2008

Entrada mes de Septiembre sin titulo

http://www.artfacts.net/index.php/pageType/artists/lang/3or

Por favor ingresen a este link y empiecen a ver a los top en el arte contemporáneo, una buena manera de saber quien es quien, cada clase habrá una trivia de cada artista, que acumulará puntos al final. Espero que le entren.
Mientras una nota frívola del arte contemporáneo que explica algo sobre el valor del mismo.


Daria Zhukova, mecenas rusa
Confiesa que desconoce los grandes nombres del arte y que tiene mucho que aprender. Sin embargo, ¿qué importará eso si a cambio dispone de mucho dinero y ganas de gastárselo en la promoción de artistas y sus obras? Daria Zhukova era hasta hace un par de años una semidesconocida a cierta distancia de las cámaras de los paparazzi, pero luego comenzó a aparecer en las páginas del glamur de todas las revistas y periódicos del mundo. Aunque no para ella, el motivo de esa repentina fama era banal: su romance con Roman Abramovich (Saratov, 1966). Este oligarca ruso del petróleo y las finanzas tal vez nunca habría saltado al papel couché si se hubiera dedicado exclusivamente a la lejana provincia siberiana de Chukotka, de la que fue gobernador hasta hace poco; si no se hubiera instalado en Londres, donde ha adquirido varias mansiones; si no coleccionase yates o si no hubiera comprado el Chelsea.
Seguir leyendo noticia
Pero desde hace un año Daria Zhukova ha comenzado a aparecer en la prensa no sólo como la novia de un ricachón, sino como protagonista exclusiva de su propia historia. Ella forma parte del terremoto que provoca en algunos sectores el dinero ruso, y en ocasiones el ucraniano o el georgiano. Y es que esa es la procedencia de un buen número de nuevos y repentinos ricos de la ex URSS que han decidido invertir parte de su inmensa fortuna en arte. El mismo Abramovich ha comprado obras de Giacometti o Francis Bacon sin escatimar en el precio. No es de extrañar, ya que se le estima una fortuna de 18.000 millones de euros. 

La llegada de los nuevosmillonarios rusos al mercado del arte tiene una fuerza arrolladora. Hijos de su país y de su tiempo, da la impresión de que necesitan comprar mucho a toda velocidad, conocedores de que la fortuna de hoy puede convertir-Confiesa que desconoce los grandes nombres del arte y que tiene mucho que aprender. Sin embargo, ¿qué importará eso si a cambio dispone de mucho dinero y ganas de gastárselo en la promoción de artistas y sus obras? Daria Zhukova era hasta hace un par de años una semidesconocida a cierta distancia de las cámaras de los paparazzi, pero luego se mañana en nada. Es, además, una forma de mostrar en público esa fortuna, característica que va unida a la explosión capitalista, desenfrenada y a veces canalla de los años noventa: el comunismo había terminado y llegaba un tiempo de oportunidades; pero este se acaba, así que antes de que eso ocurra hay que derrochar deprisa. 

El destino de la modelo Daria Zhukova (Moscú, 1981) estaba marcado desde que su padre, Alexander Zhukov, ahora viceprimer ministro del Gobierno ruso, hizo también fortuna en la industria del petróleo. Así que, terminada su carrera universitaria, se volcó en los círculos sociales internacionales que confluyen en la capital británica. En Londres creó una línea de moda de alta costura que llegó a aparecer en la revista Vogue.

Sus contactos la acercaron al mundo del arte, aunque de una forma testimonial. El pasado mes de junio dio, sin embargo, el bombazo. Decidió abrir una enorme galería de arte contemporáneo en Moscú aprovechando un semiolvidado edificio constructivista de principios del siglo XX. Dicen los entendidos que ha transformado el garaje Bajmetevsky, diseñado en 1926 por el arquitecto Konstantin Melnikov, en uno de los centros de referencia mundiales. El Centro Garage de Arte Contemporáneo de Moscú, como ha sido rebautizado, nace sin ánimo de lucro y se inaugura el próximo 16 de septiembre con una retrospectiva de los conceptualistas rusos Ilya y Emilia Kabakov, ahora establecidos en Nueva York. Ilya es el artista ruso de posguerra más cotizado, después de vender su obra Zhuk (escarabajo) por 3,32 millones de euros.

¿De quién fue la idea de convertir la capital rusa en lugar de referencia para los artistas modernos? La mecenas, por supuesto, es Daria Zhukova, pero tal vez tiene mucho que ver su relación con Abramovich o los dos últimos regalos que este le hizo: las dos obras más cotizadas de Lucian Freud y Francis Bacon, por las que el dueño del Chelsea pagó 76,5 millones de euros. Abramovich encabeza la lista de patrocinadores privados que financian el proyecto.

Esta historia de belleza, dinero, arte, oligarcas, yates y mansiones no termina aquí. Abramovich, divorciado de su mujer Irina, y Daria Zhukova, que en tiempos fue novia del tenista ruso Marat Safin, harán oficial su relación con una boda. Ya han elegido sitio: será en Forte dei Marmi, en la Toscana italiana, donde han comprado una residencia.

Wednesday, July 2, 2008

Pekin

Cuando el artista chino Yue Minjun vendió su pintura "Gweong Gweong," inspirada en la sangrienta represión de la plaza Tiananmen en 1989, recibió 5.000 dólares.
Eso fue en 1994. Catorce años más tarde, la pintura de hombres desnudos cayendo como misiles desde aviones de guerra sobre Tiananmen, alcanzó los 6,9 millones de dólares en una subasta el mes pasado.
Las ofertas apasionadas en la venta de primavera boreal de Christies en Hong Kong no acabaron en los misiles humanos.
Hubo vivos aplausos cuando la pintura de Zeng Fanzhi, de jóvenes vistiendo absurdas máscaras y bufandas de la Guardia Roja, se vendió por 9,7 millones de dólares, un nuevo récord de subasta para un artista asiático contemporáneo.
Los coleccionistas y críticos reaccionaron con asombro. Los precios del arte chino contemporáneo se han disparado en los últimos cinco años, haciendo ricos a los artistas y más ricos aún a los inversionistas.
Pero el auge ahora está sembrando dudas en un país donde el mercado de valores, que otrora pareció una fuente garantizada de dinero, ha perdido la mitad de su precio desde el tope del año pasado.
¿Podría acaso el mercado del arte chino estar cerca del borde de un precipicio por el estilo?
"El mercado definitivamente se infla con ciertos artistas. Y tal crecimiento terminará," dijo Zhang Xiaoming, directora de arte contemporáneo chino para la casa de subastas Sotheby's.
"Pero no creo que el mercado baje sustancialmente. Sólo se está volviendo más inteligente," agregó.
Ese criterio selectivo se verificó en dos pequeñas subastas de arte en Pekín a fines de mayo, donde las ofertas fueron bajas y los lotes no se vendieron.
El entusiasmo podría haberse perdido por el terremoto del 12 de mayo en la provincia de Sichuan, que dejó 90.000 personas muertas o desaparecidas. Pero la caída del 18 por ciento en lo recaudado en la subasta Poly International sonó como una advertencia.
"El arte es muy parecido a cualquier otro activo. Sube y baja," dijo Michael Moses, cocreador de los índices Mei/Moses, que siguen la trayectoria de los precios del arte hasta tan atrás como 1875.
El arte contemporáneo occidental sacó chispas desde 1985 a 1990, aumentando a una tasa compuestas del 30 por ciento anual, antes de bajar 65 por ciento en los cinco años siguientes, señaló.
EL ARTE DE LA INVERSION
Al igual que elegir las medias correctas, tomar la decisión adecuada en el arte chino se ha convertido en una preocupación para los inversores dominantes.
Allí donde los mercados financieros permanecen nerviosos después de la crisis crediticia, los precios del arte han crecido ininterrumpidamente. Las pinturas rara vez han lucido tan atractivas como bienes alternativos y el arte contemporáneo chino ha estado a la cabeza.
Los precios en subastas de los más solicitados artistas de China se multiplicaron 13 veces desde el 2003 a al 2007, según el sitio web Artron (www.artron.net). Pero Artron registró una caída del 4,0 por ciento en los precios de sus obras en el último medio año.
Evitar que el arte chino experimente una caída tal que produzca un nudo en el estómago, podría depender del apetito de los compradores de Shangai y Pekín.
"El único modo para que el mercado sea sustentable es que haya suficiente riqueza aquí y que China quiera comprar arte chino," dijo Moses. "Esto significa que no se puede tener una gran colección de arte contemporáneo sin tener un Yue Minjun. Si ese es el caso, entonces continuará," añadió.
Los característicos hombres sonriendo como locos de Yue se han convertido en una pieza central de las colecciones de arte contemporáneo chinas. Algunos encuentran sus pinturas repetitivas o simplistas, pero Moses observó que críticas similares no han afectado los precios de la obra de Andy Warhol.
"Si este es el Warhol actual, si esta es la regla general, entonces esto es calidad," dijo. "No importa si lo encuentras aburrido."
Las historias de éxito de Yue, Zeng Fanzhi, Liu Xiaodong y otros han dejado a los jóvenes artistas con el signo dólar en sus ojos.
Recién salidos de la universidad, ellos piden precios muy altos por obras que no han sido expuestas, un indicador de dicha burbuja, dijo Zhang de Sotheby's.
"No tenemos validación de los curadores. La valuación es problemática," recalcó.
Los inversores se enfrentan a una incertidumbre adicional, debido a la reputación de China por sus falsificaciones y malas autenticaciones.
Los talleres cerca de Hong Kong, conocidos por sus reproducciones de arte occidental, han comenzado a darles el mismo tratamiento a sus artes vernáculas. Las falsificaciones podrían estar metiéndose en el mercado.
Los inversores chinos han sido objeto de acusaciones por poner dinero detrás de artistas jóvenes, para luego aumentar sus precios y quedarse con la ganancia.
EL SECTOR PECUNIARIO
Las artes prósperas son todavía relativamente nuevas para la China moderna.
Las ricas tradiciones en pintura y cerámica del país dieron lugar al realismo socialista, después de la revolución comunista de 1949. En la década de 1980, mientras el Gobierno se sumergía en las reformas económicas, se abrió el espacio para los artistas y ellos comenzaron a jugar con los límites.
Su experimentación ha entregado abundantes dividendos y el mejor lugar donde se percibe esto es en 798 de Pekín, un laberinto de pujantes galerías, en un antiguo complejo industrial construido por Alemania Oriental.
No obstante, hay quienes se lamentan porque los precios galopantes están distorsionando al sector.
"En el pasado, había muchos coleccionistas puros," dijo Dong Guoqiang, presidente de Consejo Internacional de Subastas en Pekín, un trabajo algo extraño para un crítico de lo que él ve como la cultura del RLI, o reembolso de la inversión.
"La práctica de coleccionar arte como arte ha desaparecido. La gente está concentrándose más en la inversión y en el RLI que en goce del arte," agregó.
La aparentemente insaciable demanda de arte contemporáneo chino ha catapultado a Hong Kong al tercer lugar entre los centros de subastas del mundo, detrás de Nueva York y Londres.
Jerome Sans, director del Centro Ullens de Arte Contemporáneo, un espacio sin fines de lucro en Pekín, piensa que es triste que los galopantes precios recojan tanta atención, reduciendo el verdadero contenido a poco más que una idea de último momento.
Yue y sus contemporáneos ofrecen un punto de vista del vertiginoso desarrollo económico de China y la contaminación, corrupción y represión que se entrelazan con ello.
"Son artistas chinos que están capturando este período de transición en un modo original y crítico. Su obra será muy interesante en un par de décadas," dijo Sans, un veterano de la industria del arte.
Con un ademán, descartó la idea de que el mercado esté en una frágil burbuja.
"Una vez que los coleccionistas chinos empiecen a coleccionar intensamente, no terminará pronto," afirmó. "Aquí se está dando la explosión de una nueva era, de modo que lo que vemos, pienso yo, es sólo el pequeño comienzo," añadió.

La ciudad y las particularidades de su conurbano ya fueron el punto de partida de investigaciones artísticas en ediciones anteriores de la Bienal de Shanghai. Prosiguiendo con este enfoque se le adjudica a la Plaza del Pueblo (Rénmín Guăngchăng) una posición central en la exposición de la 8ª Bienal de Shanghai. Según los curadores, la plaza aparenta ser una miniatura de la sociedad actual de China.
Aproximadamente 20 artistas están invitados a crear obras partiendo de la Plaza del Pueblo, que serán expuestas en los interiores y exteriores del Museo de Arte de Shanghai, ubicado muy cerca de la mencionada plaza.
En la galería del entresuelo podrá verse además una exposición sobre las transformaciones de la Plaza del Pueblo desde comienzos del siglo XX.
La segunda sección de la muestra central del Museo de Arte de Shanghai estará conformada por tres exposiciones individuales de artistas sobresalientes que se refieren al tema migraciones y su relación con el desarrollo económico y social.
En el segundo piso del Museo se podrán ver obras de otros 20 artistas que no tendrán relación directa con el contexto urbano de Shanghai.
También en otros lugares públicos como el Aeropuerto Internacional y la Estación Ferroviaria Central se expondrán obras de la Bienal.

Basel

Cuando nos acercamos a una feria comos Art Basel, es necesario tomar en cuenta una serie de circunstancias y situaciones que nos permitirán una mejor experiencia. Lejos de ser una exhibición en la que el arte puede ser contemplado y llevarnos a una reflexión profunda, una feria tiene por condición, el movimiento vertiginoso de personas, la venta de obras y la promoción de galerías a nivel mundial. Pasar un día en Art Basel o en cualquiera de las ferias de arte contemporáneo, es toparse con un universo nuevo que nos puede rebasar si no sabemos que esperar de él.


El despertador suena en punto de las 8:00 de la mañana, apenas asomarse por la ventana del hotel, se alcanza a percibir el horizonte. Los débiles rayos de sol, el viento y el frío reportados anticipadamente en los noticieros locales, invaden las calles sin piedad. Echar mano de lo que hay en la maleta, nadie se preparó para este frío inclemente. A orillas del Rhin, con una lluvia persistente, la ciudad de Basilea se convierte, sólo por unos días, en la capital mundial del arte contemporáneo.
Envueltos en improvisados abrigos, más bien con el aspecto de un home less, que de un especialista en arte, cada uno de los asistentes se aproxima ansioso por ser el primero. Profesionales del arte, galeristas, coleccionistas, compradores amateur, amantes de lo novedoso y curiosos en general, se aglutinan esperando a que las puertas del Messe Basel o Centro de convenciones se abran, van a dar las 10 de la mañana.

Como una procesión multitudinaria, que más bien nos recuerda una cruzada medieval, miles de personas, 60 000 para ser exactos, acuden durante 5 días, a ser parte de un fenómeno mundial: Art Basel la feria de arte que ha cobrado gran importancia últimamente pero que se lleva a cabo desde hace 39 años.

Los trenes y tranvías rebasan su cupo. Cada persona lleva una expectativa, poder alcanzar la entrada; sistemas de seguridad, revisión de bolsas, compra de boletos, reservaciones, todo pasa en el lobby. Al otro lado del sistema de control, cerca de 300 galerías, más de 2000 artistas y seis ferias alrededor de la ciudad, nos permitirán observar las tendencias y el futuro de los mercados en el mundo del arte:
Una vez dentro, nos topamos con el mundo de la imagen, el Arte Hoy. Fotografía, pintura, escultura y dibujo, se combinan con el video, el arte digital, las instalaciones y el performance. Al mismo tiempo, un menú de actividades: conferencias, debates, pláticas, exhibiciones especiales, cine, arte urbano, llenan la agenda de quien desee participar.
Un día entero dentro de Art Basel implica una cascada de emociones y sensaciones desde cualquier lugar en el que queramos colocarnos. Es fácil perderse entre los pasillos viendo pasar a miles de hombres impecablemente vestidos y sofisticadas mujeres que van y vienen con una carpeta en la mano desbordada de listas con nombres de galerías y artistas, números, precios, ofertas. Las tarjetas de presentación aparecen como si se tratara de un juego de naipes. Es evidente que cada uno de estos profesionales sabe perfectamente lo que tiene que hacer y a donde se dirige cada una de sus acciones. Una mirada de aprobación, implicará una venta que puede llegar a rebasar con facilidad los dos millones de euros.

Uno a uno se suceden los stands en los que se alojan las galerías. De una forma discreta, en una pequeña placa colocada en la parte superior, se pueden leer los nombres más influyentes en el negocio del arte: Marlboro, Gagosian, Landau, Mariane Goodman por sólo mencionar algunos.

Apenas asomarse, el espectador se topa maravillado con artistas del nivel de Vasili Kandinski, Joan Miro, Pablo Picasso, Renne Magritte, Mark Rothko, Francis Bacon. La diferencia entre admirarlos en un museo y verlos aquí, es que están a la venta. Normalmente los precios manejados por las galerías se encuentran en absoluto secreto. No es fácil enterarse de quién compra y cuánto cuesta una obra de esta envergadura. A la vuelta de un simple panel preconstruido, un carbón de Richard Serra desborda el espacio, Ad Reinhardt nos llena con sus melancólicos tonos, Andy Warholl ironiza en el tiempo, Joseph Beuys reinventa el uso de los materiales, Ed Ruscha juega con la palabra. Están ahí, alineados. Esperan las negociaciones. La masa compacta de espectadores vestidos de forma casual y con zapatos cómodos, comos si fueran una escultura de Duane Hanson, se amontonan en los pasillos y tímidamente se asoman en los stands. Surgen las expresiones encontradas, casi siempre las mismas ¿Esto es arte o tomadura de pelo? ¿Esto puede costar tanto? ¡Yo jamás colgaría una obra así en mi casa! Los profesionales los miran de reojo, saben perfectamente que no son clientes, sin embargo, siempre pueden existir las sorpresas. Hay que estar preparado para todo.

Conforme la travesía continúa, con más frecuencia las miradas empiezan a mostrar cansancio. Por casualidad se encuentran unas con otras, miran a la misma dirección afirmando o negando delante de alguna pieza. Hay que detenerse, hacer un alto en el camino. Es momento de pensar y asumir en dónde estamos. ¿Qué es una feria? ¿Por qué nos da la sensación más bien de ser arrollados y no espectadores atentos a la experiencia estética? Pero no, es imposible, la prioridad está en los ojos y en los pies, no en la contemplación: no hay tiempo para ella. James Dine, Lucien Freud, Mike Kelly, Gerhard Richter, George Baselitz. La presencia de artistas chinos llama la atención, obras de Yue Minjun, Zeng Fanzhi, Liu Xiadong, en pocos años han aumentado 13 veces su valor. Todavía falta más de la mitad del recorrido. Eso si no tomamos en cuenta que también hay que darse una vuelta por Art Unlimited, una plataforma para proyectos que trascienden los espacios de tradicionales y que incluye proyecciones de vídeo, instalaciones a gran escala, performances en vivo. Ahí podremos ver a Murakami, al grupo Yangjiang, a Thomas Hischhorn con una de las instalaciones más logradas de su trayectoria. La feria no podrá valorarse en su totalidad si no acudimos a Art Statements donde no dejarán de llamar la atención las obras de Taro Izumi, Armando Andrade Tudela, Dan Flavin y Julien Audebert, por solo mencionar algunos.
En “Art premier”, se puede ver una interesante muestra de 16 proyectos basados en el diálogo y la yuxtaposición con dos artistas normalmente de distintas generaciones. La obra de Ian Hamilton Finlay (de 83 años) se confrontan con las piezas del artista galés Cerith Wyn Evans, 40 años más joven, y el joven artista indio A. Balasubramaniam dialoga íntimamente con su compatriota Nasreen Mohamedi, muerto en 1990.
Desde luego, la derrama cultural que lanza Art Basel no queda dentro de sus muros. Cada día, invade el espacio urbano: "Art on Stage" (presenta el performance Drama Queens en el Teatro de la ciudad), "Art Films" con proyecciones de cintas hechas por o sobre artistas, o "Public Art Projects" con intervenciones particulares del medio urbano, como la de la artista alemana Isa Genzken con su rosa monumental, o el zigzag de Sol LeWitt creado a partir de seis bloques pintados que forman una pantalla de 12 metros de largo y 5 de alto ¿Cómo abarcar todo esto?

El tiempo limitadísimo para comer algo, hay que salir al patio central. El frío aumenta y no permite el descanso. Nadie está preparado para el descenso meteorológico, llueve. Apenas comer cualquier cosa. Es preciso volver al interior y continuar.
La escalera al segundo piso se multiplica al ritmo del cansancio. Frente a nosotros se abre un galerón sin fin, es un verdadero alucine. Las propuestas vanguardistas están aquí: A diferencia del primer piso, aquí circulan vendedores jóvenes y desenfadados. Su imagen coincide con el tono de las obras que muestran. Es tarde, llevan horas aquí y, sin embargo, ante la mirada cuestionadora del espectador se disponen a ofrecer una amplia explicación de quién es el artista, cuánto vale y por qué hay que adquirirlo. Las sumas son más normales aunque con dificultad nos topemos con una de menos de 40 o 50 000 euros: Cao Fei, Chu Yun, los hermanos Chapman, Gabriel Orozco.

Un poco de agua y tomar la energía suficiente para seguir. El stand de OMR con la obra del mexicano Lozano-Hemmer. Pamela, la encargada, con paciencia y claridad, platica del ciber artista como de un amigo, se nota está absolutamente involucrada con su trabajo.

Utilizando instalaciones interactivas -nos explica Pamela- Lozano-Hemmer investiga como el dominio electrónico contamina nuestra realidad cotidiana.
En un cruce entre la arquitectura y el performance, su obra ha sido aclamada por redefinir el significado de interactividad, utilizando perversas tecnologías de vigilancia para comprometer a los participantes de forma activa y critica, convirtiéndolos tanto en actores como espectadores.
100 000 euros, es una serie de seis piezas. Todas vendidas.

Son cerca de las de las 6 de la tarde, Art Basel se acerca al fin de un día. Ni un paso más. Detenerse un momento. Difícil encontrar un sitio para sentarse alrededor de los stands. Nadie finge, todos los asistentes están agotados. Lentamente, se dejan llevar por los que aún muestran un poco de energía. Los sentidos pesan, densa la vista y agotado el oído, el olfato percibe solo la humedad del exterior. El tacto, las manos se frotan una con otra sirve para que la memoria se despierte.

El arte hoy y siempre convoca a la creación de nuevos espacios, de un tiempo distinto, otro. Es el mundo de la materia creado. Es suma y muestra de todo lo posible en Demian Hirst; el peso de la memoria en Anselm Kieffer; la constatación de que somos algo más que pasado en Richard Long, ya sea en la violencia de los Hermanos Chapman, en el nihilismo de Christo, en la palabra de Joseph Kosuth y en el cuerpo de Marina Abramovich; en el sonido y el silencio de Bill Viola; en todo lo dicho por On Kawara y lo que queda por decirse en John Baldessary. El arte es el perdón y lo que jamás olvida de Michel Boltansky. La sustancia de la creación es el mundo mismo, los deshechos, cristales, llantas, ladrillos, madera y piedras, los fluidos del cuerpo, el dolor y la risa, la voz y un grito. El arte es el sujeto que se nombra en cada trozo de papel, en un cartón, un plástico o una pared. Es preguntar siempre, no buscar las respuestas necesariamente. Votar por el absurdo y en una imagen, contenerlo todo y dejar que se vuelva a escurrir en nuevas formas ominosas, en un espacio que siempre invoca.

Una feria de arte contiene esos posibles, acercamientos a un instante que, en su aparecer, cambia el ritmo del universo, creando un sí radical. Una feria es el contenedor de lo mejor del ser humano, de la creación ex nihilo en cada tela, en un video, en un espacio que se transforma.
Art Basel es la oportunidad de constatar que el arte contemporáneo no es sólo un negocio, es también la manifestación del logro humano, de la rebeldía ante el silencio y la indiferencia. Es la apuesta por la paz del mundo a través de la denuncia contra la guerra y la represión. Es el espacio en el que millones de dólares se invierten en algo que no es un aparato de guerra y dominio del más débil. No hay débiles, la voluntad humana que se levanta contra la abulia, se manifiesta y ocupa su espacio, crea su propio tiempo. Una feria como Basel nos recuerda que el arte es, más allá de frivolidad y esnobismo, esencia del ser humano. El arte contemporáneo dentro de una feria, es una necesidad mucho más inmediata, apenas construyendo y creando mundos alternativos que tal vez se instauran en el ámbito del horror y el asco, pero que no dejan de crear. Que pueden convivir en un mismo ámbito sin diferencia de ideologías, razas clases o credos. Todos los artistas pueden estar ahí.
Creer es crear, es lanzar un voto por el ser humano y su dignidad. El arte en una feria no deja de ser esto, y quien lo vende lo sabe, y hay que atreverse a decir, quien lo compra casi siempre lo intuye. Más allá de su valor económico, el arte de hoy, es una inversión de valores, de ideas y de esperanza, es poder sumar.

Art Basel es una suerte de Tierra Santa sin Dios, territorio en el que encuentra alojo el fin del arte en todas sus manifestaciones; cada ser humano, al entrar, deviene parte de esta gran épica: el encuentro con lo otro, con lo inexplicable y lo inaprensible, porque eso también es el arte hoy, y habrá que decir que el arte en todas las épocas: el recuerdo de que, en el objeto, en su materia y en au aparecer, es justamente donde no se la verdad última. Los trozos que aparecen, lo que vemos, permiten simulacros que recuerdan que lo definitivo y lo esencial, se escapan.

Son casi las siete de la noche. Apenas queda tiempo para llegar a las últimas galerías, paradójicamente son las que ofrecen una opción de arte fresco, renovador, propositivo, contundente, enunciado del futuro: las galerías Paragon y Cristea de Londres con Richard Hamilton, Al Kapoor, Julien Opie; Artelier de Alemania con John Baldessari, Richard Kippenberger; Poligrafía de Barcelona con Carlos Amorales, José Bedia y León Ferrari.


Una última vista. Ya sólo se ve lo imposible que es abarcar Art Basel. Las edecanes empiezan a encaminar al rebaño de visitantes hacia la salida. Los stands se limitan con cordones. Las negociaciones se han cerrado. Seguramente hay mucho dinero, hay expresiones de éxito mezcladas con rostros exhaustos pero satisfechos, se justifica seguir el circuito de ventas, ahora en los Hamptons, Shangai y lo que siga, más 20 ferias al año. Hoy por hoy, un evento como Art Basel nos brinda la oportunidad de hacer ventas mucho más eficaces, con públicos especialistas enfocados en el quehacer del arte. Es la posibilidad de colocar una pieza en el espacio perfecto para su lucimiento. Si está en una feria como Art Basel, definitivamente, es un artista al que habrá que apostarle.


Después de un día agotador, no hay que darse por vencido ya que la pasión por las ferias, dentro de la misma Basilea, continua: LISTE (The Young Art Fair) el espacio emergente para los artistas jóvenes. Tiene la costumbre de invitar a galerías que tienen menos de cinco años de antigüedad y artistas menores de 40 años es un espacio muy interesante y favorito del público.

VOLTA 4 Combina, en un espacio homogéneo y sumamente agradable, a artistas de prestigio mundial y emergentes. Cada año, un comité de selección analiza ciertos factores que en su conjunto, permitirán la congruencia. Al centro de la feria hay un bar con muebles de diseño en venta y muy buen vino, gratis.

SCOPE BASEL Continúa con la misma idea que maneja en Londres, Nueva York, Miami o la recién incorporada Madrid, 85 galerías de todo el mundo se dan cita ahí.

Con un proyecto enfocado al arte de vanguardia y un compromiso con las galerías emergentes BASELATINA HOT ART maneja un lenguaje artístico ligado a las últimas tendencias.

Definitivamente Basilea ofrece la posibilidad de instalarse unos días en ella, soportar el frío y acudir a las distintas ferias, perderse en ellas para conocer el panorama artístico internacional y las nuevas tendencias del arte. Nos permite apreciar la multiculturalidad en un mismo espacio que incluye denuncia política, libertad de género, derechos humanos, conciencia ecología, filosofía, ética y estética, todos conviven con un respeto y reconocimiento a la diferencia. Una feria nos deja constatar que el mundo, por un momento, puede volcar todo su esfuerzo, su energía y voluntad en valorar la creación del ser humano que, sin lugar a duda, es la que construye y significa al mundo.

Susana Crowley.

LONDRES

LONDRES (AFP) — Un tríptico del artista de origen irlandés Francis Bacon, 'Tres Estudios para un autorretrato', pintado en París en 1975, fue la estrella de la subasta este lunes en Londres en la casa Christie's, que lo vendió en 34,45 millones de dólares (21,7 millones de euros).
La obra de Bacon (1909-1992), que salió a subasta por primera vez, estaba estimada en una "cifra superior" a 20 millones de dólares por Christie's.
Sotheby's vendió en mayo en Nueva York otro 'Tríptico' de Bacon, fechado en 1976, por 86,2 millones de dólares (55,4 millones de euros), en su subasta de arte de la postguerra y contemporáneo. Esa obra, que fue adquirida por el magnate ruso Roman Abramovich, que hizo su inmensa fortuna en los metales y minerales, se convirtió en la más cara vendida en una puja de un artista de la postguerra.
La otra estrella de Christie's fue una obra de Lucien Freud, nieto del fundador del psicoanálisis, cuyo lienzo, 'Naked portrait with reflection', se vendió en 23,5 millones de dólares (14,8 millones de euros), tras estimaciones en 20 a 30 millones de dólares.
Un desnudo de Freud, 'Benefits supervisor sleeping'" se vendió en 34 millones de dólares (21,5 millones de euros) en una subasta en mayo en Nueva York, convirtiéndose en la obra más cara de un artista vivo en una puja.
La escultura del estadounidense Jeff Koons, 'Balloon Flower (Magenta)' -un inmenso balón retorcido- alcanzó 25,7 millones de dólares (16,2 millones), tras estimaciones por Christie's de 24 millones de dólares. Se trata de un nuevo récord para este artista.
Las casas Christie's y Sotheby's prevén recaudar esta semana unos 500 millones de dólares en las subastas de arte de la postguerra y contemporáneo, lo que sería un récord para Europa.
La semana pasada, más de 550 millones millones de dólares de arte impresionista y moderno cambiaron de manos en Londres, con un lienzo de Monet alcanzando la astronómica suma de 80,5 millones de dólares, un récord mundial.
Expertos de Christie's y Sotheby's coincidieron en señalar que nuevos compradores de economías emergentes están propulsando el mercado de arte. "Pese a la crisis de crédito, hay mucho dinero nuevo en el mercado de arte, que es cada vez más internacional", subrayó Oliver Barker, director del departamento de arte de la posguerra y contemporáneo de Sotheby's. El "mercado del arte es cada vez más fuerte, pese a la crisis", coincidió Pilar Ordovaz, su colega en la casa rival, Christie's.
Analistas recalcan que la riqueza de estos nuevos compradores no proviene, como antes, del sector bursátil y financiero sino de los mercados de materias primas, que viven un auge. "Hay un grupo de gente implicada en la producción del petróleo en el Golfo (Pérsico) y en Rusia que cada día está acumulando más dinero", dijo a la AFP un analista del petróleo, Hugo Navarro, que contrastó el auge en el mercado de materias primas con los "momentos sombríos" que atraviesa el sector financiero. "Creo que es esa gente la que está invirtiendo en el mercado del arte", señaló Navarro, de la firma Capital Economics, basada en Londres.
Los vínculos entre el mercado del arte y el mercado de materias primas se volvieron más aparentes después de que la publicación especializada The Art Newspaper revelara que el comprador de dos de las tres obras más caras en las subastas de mayo en Nueva York fue Abramovich. El oligarca ruso pagó 86 millones de dólares (55 millones de euros) por un tríptico de Bacon, y fue él quien compró el desnudo de Freud en Nueva York.
"Hace cinco o diez años, estos nuevos compradores de países emergentes, como Rusia, Oriente Medio y Asia, no tenían nada en sus paredes", señaló Josh Baer, que escribe un blog especializado, llamado The Baer Faxt.
El jeque Saud al Thani, de la familia real de Qatar, es otro de los coleccionistas que ha contribuido a calentar el mercado del arte. Su presencia en la feria de arte de Basilea, en junio, provocó "conmoción, pero no sorpresa", escribió el diario Financial Times, recordando que Qatar está construyendo un museo de arte.
Sotheby's subastará el martes un retrato ejecutado por Bacon de su amante, Georges Dyer, que se suicidó en un hotel de París en 1971. 'Estudio de la cabeza de George Dyer', que ha estado en manos del mismo coleccionista francés desde hace 40 años, está estimado en unos 16 millones de dólares.
"Entre muchos coleccionistas, Bacon está ahora superando a Picasso. Bacon es un 'valor estrella' muy fuerte", indicó Barker.
Según el índice de Art Market Report, los precios del arte contemporáneo se han disparado, aumentando en los últimos tres años un 300%.

La capital mexicana compite con ciudades como Amsterdam, Pittsburgh, Chicago, Minneapolis, Sao Paulo y Glasgow
La revista "GQ" considera que la contaminación, la sobrepoblación y el peligro otorgan un aura especial a la ciudad de México

El Financiero en línea
México, 25 de junio.- La nueva ola de galerías y museos vanguardistas que existe actualmente en esta capital, ha ubicado a la Ciudad de México como una de las siete metrópolis más importantes del mundo para ver y disfrutar el arte.

El Antiguo Colegio de San Ildefonso, ejemplo sobresaliente de la arquitectura civil de esta ciudad, así como la Colección Jumex, que reúne uno de los acervos privados de arte contemporáneo de Latinoamérica, y la Galería de arte "Proyecto Monclova", son tan sólo algunos de los atractivos culturales que ofrece la metrópoli.

De acuerdo con un reportaje publicado en la revista "GQ" México, en su edición de junio, la capital mexicana compite ahora con ciudades como Amsterdam, Pittsburgh, Chicago y Minneapolis, lo mismo que Sao Paulo y Glasgow.

"Sí, la Ciudad de México es una bulliciosa metrópoli contaminada, sobrepoblada y en ocasiones peligrosa, pero esos elementos, para bien o para mal, contribuyen, precisamente a otorgarle ese aura tan especial", publica la revista.

"Quienes visitan el Distrito Federal se dan cuenta claramente del peso que ejercen las eras pasadas, que por cierto están bien representadas, si bien son los artistas contemporáneos los que le imprimen a esta ciudad un magnetismo irresistible", se agrega en la misma.

En tanto, Chicago es una ciudad que ofrece de por sí, una arquitectura deslumbrante como para entretener a cualquier visitante, sin embargo, sus museos y galerías ofrecen un atractivo importante como el "Bodybuilder & Sportsman Gallery", ahora conocido como "Tony Wight Gallery", lugar preferido de los artista emergentes y experimentados como Dannielle Tegeder.

En la "Donald Young Gallery" y "NavtaSchulz Gallery" es posible encontrar algunos de los nombres más representativos del arte contemporáneo como Josiah McElheny, cuya obra está presente en algunas de las colecciones más importantes del mundo y el pintor y escultor cubista James Westwater.

Recientemente, los remodelados museos y teatros que alberga la ciudad de Minneapolis la han convertido en una de las sedes del arte más atractivas del medio oeste, tal es el caso del "Walker Art Center", fundado por el magnate de la industria maderera Thomas Barlow Walker

El "Frederick R. Weisman Museum" alberga una importante colección de piezas artísticas estadounidenses de la etapa modernista que el visitante no debe perderse; mientras que el hotel "Chambers", enfocado totalmente al arte, despliega 200 obras originales entre las que destaca el "Judas Iscariote", de Damien Hirst.

Por si fuera poco, la ciudad de Pittsburgh da vida al "Andy Warhol Museum" y la "Mattress Factory", que resultaría imperdonable no visitar por sus espacios dedicados a la instalación y las metáforas que la acompañan.

Sao Paulo es la capital cultural de Brasil donde se puede admirar libremente su arquitectura moderna y convivir con la comunidad más creativa de Sudamérica. Entre sus edificaciones destaca la "Pinacoteca do Estado", que es la galería nacional.

Qué decir del edificio "Oca", del afamado arquitecto y escultor Oscar Niemeyer, localizado frente al Museo de Arte Moderno, que recuerda las formas de un platillo volador y en su interior exhibe una muestra fotográfica permanente.

En Amsterdam abundan los museos y galerías tan poco presuntuosas pero de un indudable atractivo, tal es el caso de "Van Gogh Museum", que junto con el "Rijksmuseum", reabrirá sus puertas en 2009 y que en él se exhibe la obra completa de este famoso pintor, entre estas el conmovedor cuadro de "Trigal con cuervos".

Finalmente, los habitantes de la ciudad escocesa de Glasgow han ayudado a construir una de las más vibrantes, relevantes y entusiastas metrópolis por arte en el mundo.

"The Modern Institute" y el antiguo local industrial "Tramway", exhiben el trabajo de visionarios como Jeremy Deller y Simon Starling, ganadores del Premio Turner, así como la obra de retrospectiva de otros artistas.

Mención aparte, es la ciudad de Berlín, donde el arte es una mezcolanza de lo viejo con lo nuevo y lo más nuevo, ejemplo de ello es el edificio "Hamburger Bahnhof", que antiguamente fue una estación de trenes y ahora alberga una de las colecciones de arte moderno más importantes del mundo.

El "Kunst-Werke", recinto también conocido como "K-W", fue uno de los edificios que ayudó a que Mitte - el primer barrio de la Antigua Alemania Oriental que floreció tras la caída del muro de Berlín-, se posicionara como el centro de la escena artística berlinesa. (Con información de Notimex/MCH)

Monday, May 26, 2008

lelaboratoire

mario núñez | puntossucesivos
celda contemporánea, universidad del claustro de sor juana
del 21/05 al 12/07/2008, entrada libre

calle izazaga 92, centro histórico, t. 51 30 33 00, www.ucsj.edu.mx
lunes a viernes de 10 a 17h, sabado de 10 a 14h, catalogo disponible




jorge yázpik | casa barragán
del 26/05 al 24/07/2008
general francisco ramirez 14, colonia ampliación, t. 55 15 49 08, www.casaluisbarragan.org
lunes a viernes 10 a 14h, sábado de 10 a 13h, catalogo disponible









james ensor | de lo real a lo imaginario
obra grafica completa del artista, museo nacional de arte (munal)
del 09/05 al 03/08/2008

admisión general: 30 pesos, domingo entrada libre
calle tacuba 8, centro historico. t. 51 30 34 00, www.munal.com.mx, martes a domingo de 10h30 a 17h30.
curaduría especia de xavier tricot, catalogo razonado en español






lelaboratoire
julien cuisset
04455 3912 7294
julien@lelaboratoire.com.mx
www.lelaboratoire.com.mx

Thursday, May 22, 2008

Hecho en México

Hecho en México
Entering the contemporary art market with a bang, mexican artists, collectors, and galleries have made megalopolis Mexico City a major art World destination.
By Marina Cashdan
The annual La Coleccion Jumex opening -penetrable only via a thick cardboard invitation and various security checkpoints- is a Dionysian-like affair attended by the who’s who of Mexico’s social network and major players of the art world. The soirée is held in an airy tent on the sprawling grounds of the billion-dollar juice company Grupo Jumex, and guests are a motley crew from all reaches of the map – collectors, curators, artists, designers, celebrities, business tycoons, and connected revelers. Some are there to witness an impressive private collection of contemporary art (the show displays more than 1,200 works, over half by Latin American artists, housed in a 40,000 square-foot bunker-like space on the grounds with a rainbow sign that reads “Love invents us”), while others arrive solely to partake in the impressive celebration. Hosting the event is Grupo Jumex heir Eugenio Lopez Alonso, a patron saint for Mexican contemporary artists, who has spent more than $80 million over the last 12 years building a contemporary art collection, fostering artists like megastar Gabriel Orozco.
Ten years ago, Mexico City was known for its smog-choked environment, nightmarish traffic, and outrageous levels of crime, but despite the fact that those problems still exist in some modicum –most notably the pollution problem, though the crime is less prominent- the city’s vibrant cultural scene has counterbalanced the negative, eclipsing criticism with social praise. The contemporary art scene in Mexico has taken off largely due to ptivate collections like Lopez Alonso’s and the presence of a handful of pioneer galleries like Galeria OMR, Kurimanzutto, and Galería Enrique Guerrero at international art fairs such as Art Basel, Frieze, and ARCO. Lopez Alonso, who is in the board of the Los Angeles County Museum of Art and the New Museum of Contemporary Art in New York, comments, “Mexican artists have a lot to say, and slowly but surely their proposals and ideas have been spreading beyond older institutional boundaries that are now outdated. We find more and more examples of their work in private collections and museums outside of Mexico”.
Via his foundation, Lopez Alonso has spent more than $12 million initiating and underwriting Latin focused programs in art institutions in the United States. He has also lent works to US and European exhibitions, published catalogs, and funded Latin American arts courses at universities and art schools. Additionally, he will be opening a new exhibition space this year in Mexico City, one that is more accessible to the public. With that said, Lopez Alonso and other collectors have lured curators to Mexico City while galleries like Galeria OMR, Kurimanzutto, and Galeria Enrique Guerrero have lured collectors, thus building Mexico City into one of the world’s more prominent art destinations.
Mexico City’s first fair district, Colonia Roma, was a wealthy enclave 100 years ago, and is still spotted with romantic turn-of-the century art deco and beaux-arts buildings from that era. In the 1940s, a majority of the upper middle class living in the Roma district moved to neighborhoods further west and lower income families replaced them. By mid-century, the neighborhood was deteriorating and, after the earthquake of 1985, it fell into disrepair, leaving rents at rock bottom prices. As a result, the neighborhood saw an influx of galleries, bookstores, and cafes move in during the late 1980s and early ‘90s. Fifteen years later, Colonia Roma –along whit its neighboring Condesa- is now the stereotype of art world neighborhoods, filled with posh boutique hotels, high-design shops, and crative types in funky-framed glasses that emphasize their “indiduality”.
Take a walk along Plaza Rio de Janeiro and, peeking out from behind a mysterious pair of iron gates, you’ll find Galeria OMR, housed in a gorgeous Art Noveau building. A quaint, sun-drenched courtyard takes you to the quirkily lopsided gallery space, showcasing work by Mexican artists like photographer Ruben Ortiz-Torres and international artists like Candida Höfer. A short walk from OMR, on Zacatecas 93, is la Galeria Nina Menocal, the namesake of the Cuban-born founder. When it opened in 1990, the gallery represented primarily Cuban artists. From its onset, Menocal organized some of the most exciting exhibitions in the city, with Cuban artists like Jose Bedia, Arturo Cuenca, Glexis Novoa, Consuelo Castañeda, and Quisqueya Henriquez radically influencing and broadening the art scene in Mexico. As a majority of her Cuban artists have since moved to the United States, Galeria Nina Menocal now represents mostly Mexican and Argentinean artists like Boris Viskin and Raymundo Sesma, among others.
The trendy Garash Galeria shows installations by young artists in a discreet bi-level space on busy Avenida Alvaro Obregon. Galleries such as OMR, Nina Menocal, and Garash Galeria have birthed a community that thrives off venues like the Casa Lamm Cultural Center. Located in a small mansion on Avenida Alvaro Obregon, the center houses three exhibition spaces, a bookstore, café, and chic international restaurant. The center also offers a wide range of art courses.
Any growing contemporary art city is expected to support galleries and museums with a contemporary art fair. New York has the Armory; Miami the Art Miami Basel fair; and five years ago Mexico City welcomed its first MACO (Mexico Arte Contemporaneo) fair, now an annually held event in late april. This year, MACO will draw collectors, curators, and others with a collection of approximately 70 international galleries.
The arts scene in Mexico City has made it a cultural centerpriece for the contemporary art world and the artistic community as a whole. Mexican artists are key players in the art market, with works by artists such as Gabriel Orozco in a price bracket competitive with pop-culture artists like Jeff Koons. With a great deal of community and international support finally behind them, Mexican artists now have access to an incredible number of resources and an impressive fan base. Whit that in mind, who kowns what great things, or equally superb artists, will arise next.

Tuesday, May 20, 2008

“Sin cambio, el arte no tiene impacto”: Eloy Tarcisio


Se reconoce como un antipintor, antiescultor y antimúsico, aunque en su trabajo dé cabida a todas estas disciplinas
MIGUEL ANGEL CEBALLOS
El Universal
Domingo 18 de mayo de 2008

Con más de 30 años de trayectoria, el artista visual Eloy Tarcisio (DF, 1955) tiene miedo de no ser entendido. Por eso investiga, explora, se cuestiona, experimenta y arriesga. Sus obsesiones son el arte y encontrar la forma de decir las cosas siempre de una manera diferente.
Eloy Tarcisio López Cortés es el menos convencional de los artistas mexicanos. Su trabajo transita del dibujo y la pintura a la obra de naturaleza material, así como de la obra de cualidades cósicas al arte acción o performance. Sus más recientes piezas, por ejemplo, son lienzos de gran formato en los que en lugar de óleo utilizó sandías, papayas y mangos, y los trazos no fueron realizados con brochas, sino con los cuerpos desnudos de dos mujeres. Es un antipintor, un antiescultor y hasta un antimúsico: se aleja de las reglas establecidas.
“No niego mi origen de pintor. Siempre he tratado de vincular la pintura a ese proceso de adaptación del lenguaje. Podría decirse que hago una especie de transformación de lo que quiero decir a través del proceso expresivo de los ajustes de la vida cotidiana”, señala en entrevista concedida en su casa de Coyoacán.
La obra de Tarcisio se ha ido construyendo con todas las formas de expresión que ha encontrado en su camino, con una mirada en el pasado y un vistazo al futuro siempre con la hipótesis que le planteó su maestro Carlos Cunte: “La pintura como medio de expresión ya no es”, luego entonces, se pregunta, ¿qué es?

A que todo cambia constantemente. Tenemos nuevos medios electrónicos de comunicación. Ahora está de moda el art street, el sticker, la plantilla, nuevos medios que son muy usados por diseñadores, adolescentes, jóvenes inquietos que pretenden decir lo que piensan, y esto modifica el espectro del arte, así como lo hizo el video, la foto digital, el celular.
El arte cambia porque pierde su capacidad de decir algo. Si yo veo una pintura figurativa tal vez al principio me cuestiona, pero con el tiempo se va deslavando de esa crítica, entonces el artista tiene que buscar una nueva forma de decir las cosas para que vuelvan a recuperar el impacto del mensaje. En ese proceso es en el que siempre me encuentro: buscar la forma de decir el mensaje deslavado de otra manera para volver a atrapar al espectador.


Sí me considero un investigador. Me interesa llegar a la gente que no va a museos y galerías, los que están en la calle. Mi reflexión es: ¿cómo puedo relacionar a ellos que no están interesados en el arte con los que producimos arte?

El arte siempre ha tenido algo de moda. La moda se liga mucho al comercio porque lo que se vende es lo que está de moda. La gente se influye a nivel del comercio a través de lo que ya está aceptado.
Desde mi punto de vista hay artistas que son creadores, que están en la punta de la investigación del arte y artistas que siguen esos hallazgos y los vuelven moda. El comercio ayuda a que eso suceda porque es lo que da para que vivan galerías y artistas, aunque no todos los artistas vivan en ese contexto. Pero aún hay otros que están más atrás, que son los que en el eco, después de 20 años, siguen haciendo surrealismo, cubismo, impresionismo y todos los ismos que se han dado en la historia del arte. La moda está en las ferias de arte, pero adelante de esa moda están los nuevos lenguajes, las nuevas formas y los encuentros con el espectador. Ahí estoy yo, investigando los nuevos encuentros con el público.


Para mí, el arte se divide en tres facetas: el que es historia y va a los museos, es decir, aquello que ya sucedió y el museo lo jala porque está comprobado; el arte que va a las galerías, que es el arte comercial, que se debe a sus compradores y siempre está preocupado por lo que ya vendió y quiere vender, y el arte abierto, que es el que siempre he promulgado desde que fundé Ex Teresa y el Festival de Performance, porque es el que está en la calle en busca de nuevas formas de decir las cosas y de nuevos planteamientos.
Las instituciones están apostando a aquello que ya está confirmado y no a lo que está en constante ejercicio de laboratorio. Veo cosas que ya son historia. No se están arriesgando.
El Laboratorio de Arte Alameda, por ejemplo, tiene un buen nombre que podría permitir que sucedieran muchas cosas nuevas, que la gente entrara a ver qué va a pasar en el futuro. Las vanguardias pensaban en el futuro. Los economistas ahorita están diseñando lo que va a ser la economía dentro de 10 años. Los artistas deberían de estar pensando en qué va a ser del arte en 10 años.


Muchos sí. Aquellos que están experimentando, pero no están considerados en la plataforma oficial de vitrinas de arte.

Lo veo abandonado. Por lo menos mi idea de Ex Teresa era que fuera el centro de arte más importante de México y de toda América. Lamentablemente le quitaron su patio, su presupuesto y por lo tanto las formas de poder hacerlo. Mi idea era que se relacionara con la iniciativa privada. En ese entonces, la gente que podía no estaba interesada en darle dinero al arte contemporáneo, pero ahora todo el mundo quiere dar recursos al arte contemporáneo, todos los museos están tratando de hacer cosas con arte contemporáneo y Ex Teresa, que debería ser la punta de eso, está muy rezagado, no tiene los medios para poder hacerlo. Hay empresas de la iniciativa privada que han desarrollado dentro de ese caudal cosas más importantes que el Ex Teresa. Dejaron ese espacio como un lugar de muestreo y hasta han expuesto pintura del jardín del arte prácticamente. Y lo paradójico es que a pesar de que fui el creador de ese lugar, no piden mi opinión.


En la exposición vamos a ver que los mangos, la sandía y la papaya no están puestos en el contexto del lienzo de una manera tradicional. Las modelos trabajaron en el lienzo a través de su cuerpo y estoy seguro que el resultado sorprenderá a los asistentes.

Esta exposición permanecerá hasta el 7 de junio en la Galería Casa de Luna (Ortega 23, esquina Carrillo Puerto, en Coyoacán).

La niña que no entendía el mundo



REPORTAJE: La gran dama de la imaginación visual EL CREADOR EN SU GUARIDA LOUISE BOURGEOIS, Escultora

EDUARDO LAGO 18/05/2008 El Pais

La casa, el jardín, las escaleras, todo tiene un aire de decrepitud La artista se limita a clavar su mirada en quien le habla Chelsea, Manhattan, Nueva York, domingo, unos minutos antes de las tres de la tarde. Un grupo de unas 12 personas aguarda en las escaleras de un viejo brownstone. Louise Bourgeois, una de las artistas esenciales del siglo XX, está a punto de dar comienzo a su célebre salón. A las tres en punto, una mujer que lleva el pelo cortado a lo garçon abre la puerta y pide a los invitados que la sigan hasta una sala en penumbra que da a un jardín. La artista, de 96 años de edad, aguarda sentada delante de una mesa. Su postura hierática hace pensar en sus esfinges talladas en mármol. Robert Storr, el prestigioso profesor de Yale, uno de los mejores conocedores de su obra, explica el ritual a seguir en el salón.

No es fácil resumir el universo de Louise Bourgeois. La ritualización de traumas infantiles, como el abandono por parte de su padre y la exploración de los abismos de la sexualidad, son sólo dos aspectos. Robert Mapplethorpe atrapó su enigmática personalidad en una foto en la que la artista, con el rostro acuchillado por las arrugas, sonríe mientras sostiene bajo el brazo una escultura que reproduce la forma de un falo de gran tamaño. Otras tallas igualmente impactantes son los híbridos de felino y mujer, dotadas de numerosos pechos, los miembros ortopédicos, las pesadillas arquitectónicas, las celdas donde los objetos cotidianos adquieren significados siniestros.

Pese a lo inquietante de estos símbolos, el mundo al que remiten no es necesariamente ominoso. Se trata más bien de señales que tratan de orientar a quienes se sienten perdidos en zonas de la experiencia para las que no hay un nombre definido. Uno de sus iconos más reconocibles son las arañas, que pueden alcanzar 10 metros de altura. El espacio que se abre entre sus patas gigantescas se configura como un entorno protector.

Las formas creadas por la imaginación visual de Louise Bourgeois se cuelan por entre las grietas de nuestra percepción, magnificando nuestras angustias más profundas. Sus escritos nos ayudan a acercarnos a los límites de su conciencia desgarrada. "En realidad", leemos en su diario, "nunca he dejado de ser una niña incapaz de entender el mundo, aunque jamás he encontrado a nadie lo suficientemente fuerte como para aceptarlo". Sólo que el mundo no se deja atrapar, no ofrece consuelo ni significado, y la única opción que le queda a la artista es disolver su biografía. "No tengo vida propia, mi autobiografía son mis obras".

Louise Joséphine Bourgeois nació en París el día de Navidad de 1911. Cuando tenía ocho años, sus padres adquirieron una propiedad a orillas del Biévre, río de aguas ricas en taninos, muy apreciadas para teñir telas para tapices. Los primeros en ver florecer su capacidad artística fueron maestros tapiceros. Ellos le encargaron sus primeros dibujos, cuando tenía apenas 12 años de edad. Se formó acudiendo a diversos estudios y academias de París. A los 28 años contrajo matrimonio con Robert Goldwater, conocido historiador del arte, y se trasladó a Nueva York con carácter permanente. Louise Bourgeois se sumergió de lleno en el mundo artístico de la ciudad.

Entre sus amigos figurarían nombres como Clement Greenberg, Leo Castelli, Peggy Guggenheim, Pierre Matisse, John Cage, Willem de Kooning, Franz Kline, Mark Rothko, Marcel Duchamp, Max Ernst, Giacometti, Yves Tanguy, Le Corbusier o Joan Miró, la historia viva del arte del siglo XX. Fue la primera mujer a la que el MoMA dedicó una retrospectiva.

Los invitados se van acomodando en sus lugares. Brigitte, la mujer que les abrió la puerta, les cuenta que la artista siente una gran simpatía por Barack Obama. En una mesa baja hay bombones y licores que nadie toca. Las paredes están llenas de recuerdos artísticos y testimonios fotográficos. La casa, el salón, el jardín, las escaleras, todo tiene un aire de decrepitud. Louise Bourgeois está sentada delante de una mesa. Lleva un gorro frigio, de color blanco, sayo gris, y un grueso arete de oro en la oreja izquierda. Se cubre el regazo con una manta roja. Su cuerpo es frágil y menudo. Su piel ha adquirido una transparencia que borra las arrugas. Más que una anciana parece una niña. Los ojos son dos ranuras finísimas, la boca parece un trazo de carbón.

Uno a uno, los asistentes se van acercando a la mesa desde la que la artista preside el salón para explicarle la razón por la que están allí. Alguien ha venido de París sólo para mostrarle unas fotos que ha sacado de la casa de campo donde la artista aprendió los rudimentos de su arte; una mujer le recita un poema porque hoy es el día de la madre; otra le muestra fotos de una carretera que pintó dejando que unos cubitos de pintura helada se fueran derritiendo al sol.

Joy, una chica muy joven, de rasgos orientales, le entrega un ramo de narcisos. Está tan emocionada que sólo es capaz de decir gracias. Louise Bourgeois se limita a clavar su mirada en quien le habla. Su cuerpo está allí, pero su alma sólo a medias. Tal vez le ocurra lo mismo que a su amigo Willem de Kooning. Cuando lo ponían delante del lienzo, su alzhéimer se aquietaba, y pintaba con una pureza desconocida porque lo hacía desde el otro lado de la vida. Alguien lee una fábula protagonizada por una mosca. Una profesora de literatura que se acaba de jubilar despliega unas láminas llenas de trazos abigarrados. Son obras literarias microscópicamente condensadas: El ser y la nada, de Sartre; el Infierno de Dante; una carta en un idioma inventado, cuya caligrafía remeda el alfabeto árabe. Intrigado, Robert Storr pide que le traigan una lupa. Es cierto, dice, tras examinar cuidadosamente una de las láminas, y le pasa la lente de aumento a la artista, que escruta el texto con la misma minuciosidad con que estudia los rostros de quienes han venido a verla. Anne, una mujer polaca que vive en Berlín y ha cogido un avión sólo para pasar unos minutos frente a ella, desnuda su alma como si no hubiera nadie más en la habitación.

Los ojos de Louise Bourgeois se abren levemente, como almendras cansadas. Nada existe cuando estás delante de ella. El universo se detiene para que la artista entienda qué haces tú allí. Nicole, una chica de Nueva Jersey, le regala una cebra diminuta, tallada en madera, que tiene una pierna humana. Louise Bourgeois sonríe, la única vez en toda la tarde, descubriendo unos dientes muy largos, y hace un comentario elogioso, pero enseguida vuelve a sellar su rostro. "Creo que esto es todo", dice Storr, pero la artista está mirando en mi dirección.

Le digo que he vivido durante 10 años en la misma calle que ella, que en mi novela hay una descripción imaginaria de su salón, en el que nunca había estado hasta hoy, que uno de los personajes es ella, sólo que con otro apellido. Quiere saber cuál. Lamarque, contesto. A las cuatro y veinte llega su hijo Jean Louis con su mujer. Es alto, y tiene el pelo muy largo, recogido en una coleta. Le trae un regalo por ser el Día de la Madre, dos paquetes de tapioca. Al igual que el resto de los objetos depositados en su mesa a lo largo de la tarde, caen en el vacío sin dejar huella, como los minutos de un reloj.

Nos indican que la artista está cansada y se quiere retirar. Durante años, la gente acudía a su salón para escucharla, pero su regalo de hoy ha sido el silencio. Seguramente, es el mejor recuerdo que nos podíamos llevar. Como ella misma escribió en su diario, "la tarea primordial de todo artista es alcanzar la perfección del silencio".